El ala-pívot español Pau Gasol, de Los Ángeles Lakers, pudo respirar con cierta tranquilidad cuando los médicos en Houston le dijeron que el esguince del tobillo izquierdo que sufrió el viernes ante los New Orleans Hornets es moderado.

Gasol se sometió este sábado a un examen de resonancia magnética, en el Memorial Hermann Hospital de Houston, que lo sacó de dudas ante la incertidumbre que pudiese tener algún tipo de daño en los ligamentos.

"No ha habido fractura y eso es muy positivo, pero de cualquier manera tendré que reposar y hacer bien las cosas para recuperarme los antes posible", comentó Gasol.

Sin embargo, Gasol, que permanece con el equipo, no podrá jugar en al menos los tres partidos que aún le quedan a los Lakers en la gira de cuatro fuera de su campo.

El próximo será este domingo, frente a los Houston Rockets, que buscan el triunfo consecutivo número 22, la segunda mejor marca en la historia de la NBA y también ponerse de líderes solitarios en la Conferencia Oeste, que ahora comparten con los Lakers (45-20).

Tampoco podrá enfrentarse contra los Dallas Mavericks, el próximo martes, los Utah Jazz, el jueves, para regresar a su campo del Staples Center y recibir el viernes a los Seattle SuperSonicse.

"Relativamente son buenas las noticias que he recibido sobre la lesión, pero como mínimo pienso que voy a estar dos semanas de baja, el mismo tiempo que pasé cuando me lesioné también en el tobillo izquierdo durante el campo de entrenamiento de los Memphis Grizzlies", explicó Gasol.