García Bragado: "Me preguntan por qué no me retiro, pero es que es más fácil seguir que dejarlo"

  • El madrileño rompe récords y disputará sus séptimos Juegos Olímpicos en Río tras reconocerle la federación su trayectoria en la marcha española.
  • "Voy a Río a disfrutar pero también a competir, no a tirarme a la bartola", comenta el marchador, de 46 años, en una entrevista a 20minutos.
  • "Con la generación del 90 me llevo mejor que con la que me sucedió, la de los 80. Supongo que me ven más cerca de la edad de sus padres", se sincera.
El marchador Jesús Ángel García Bragado, tras una victoria.
El marchador Jesús Ángel García Bragado, tras una victoria.
GTRES
El marchador Jesús Ángel García Bragado, tras una victoria.

Con 46 años, el marchador español Jesús Ángel García Bragado disputará en Río sus séptimos Juegos, igualando a mitos mundiales como Merlene Ottey como los únicos atletas de la historia con siete participaciones olímpicas . Será el 'abuelo' de los Juegos de 2016 y así lo siente él —"es la realidad", dice sincero—. Acudirá a la cita para disfrutar de cada kilómetro de esos últimos 50 bajo el sello olímpico. Y es realista: "No voy a tumbarme a la bartola, pero pensar en medalla sería poco realista".

¡Sus séptimos Juegos! ¿Qué siente?

Si soy sincero, ahora mismo no soy consciente de lo que eso supone, aunque supongo que con el tiempo me daré cuenta. Lo veo con normalidad porque no he parado de competir. Desde hace veinte años, lo normal para mí es preparar cada verano un campeonato. La gente me pregunta que por qué no me retiro, y yo les contesto que me resulta más fácil seguir que dejarlo (risas). Sé que supero a Estiarte (6 JJ OO) y que ahora estoy a la altura de Merlene Ottey (7), que es una pasada. Y no lo puede decir cualquiera.

Qué detalle de la federación...

Sí. El criterio para ir a los Juegos es quedar entre los ocho primeros en el Mundial; yo quedé noveno... Hablé con el seleccionador y viendo la actuación de los otros compañeros me dijo que ya contaban conmigo para Río, así que hablaron con el Comité Técnico para que obtuviera la plaza. Claro que agradezco que reconozcan mi trayectoria y me den la confianza, con tanto tiempo de antelación, para poder preparar los Juegos.

¿Cuál es su secreto?

Cuidarme y tener objetivos.

¿Cómo encara estos Juegos?

De manera distinta. Cuando fui a Londres, pensaba que eran mis últimos Juegos y eso fue un error. Por la ilusión de pelear por el podio me exigí demasiado para lo que realmente podía. Ahora quiero disfrutar muchísimo, porque sí que sí, son los últimos. Obviamente, no me voy a tirar a la bartola, pero sí saborearlos más.

¿Los preparará de forma distinta a otros?

Seguiré con la trayectoria que he llevado estos años, después de Londres. Midiendo los esfuerzos porque la edad me limita ya mucho. Al tener la plaza, puedo hacer un calendario más adaptado para estar en el mejor momento físico en agosto. Hará una preparación sobre todo en adaptación a las condiciones cimatológicas que me encuentre en Río.

¿Cree que tiene opciones de medalla?

Es complicado. Años atrás sí que he tenido capacidad para estar en el podio, pero lamentablemente no ha sido así. En los Juegos de Río pensar en medallas sería poco realista por mi parte. Me conformo con lograr un diploma olímpico.

Lo que está claro es que disfrutará de cada kilómetro...

Eso sin lugar a duda. La paliza no me la quita nadie (risas), pero sí que voy a disfrutar de lo lindo.

Le llamarán el papá o el abuelo de Río. ¿Le molesta?

Qué va.¡ Si es la realidad! (risas). Cuando vienen chavales que no habían nacido cuando yo quedé campeón del mundo, es que es así. Es un salto de dos generaciones. Mi posición natural sería ir como entrenador o en el staff técnico, no como atleta. A veces, cuando voy a los controles antidopaje, me preguntan si soy entrenador, y yo les respondo que no, que soy atleta (risas). Claro, me ven alguna cana en la barba, aunque afortunadamente no tengo muchas en el pelo, aunque llegarán. Me lo tomo todo con mucho humor.

¿Cómo se lleva con las nuevas generaciones?

Aunque parezca sorprendente, con la del 90 me llevo mejor que con la que me sucedió, la de los 80. Tengo más afinidad, supongo que por ese salto generacional, me ven más cerca de la edad de sus padres.

¿De dónde saca esa ilusión por seguir en activo?

Porque disfruto con lo que hago. Eso no quita para que tengo momentos duros.

¿Qué necesita el atletismo español para brillar de nuevo?

Esto ya se atisbaba tiempo atrás. Había una generación muy buena, que no tenía relevo claro, también porque las ayudas y los recursos bajaron. Al final, ha llegado, sobre todo desde los Juegos de Londres. Aún estamos viviendo ese paréntesis, pero después de este ciclo olímpico estoy convencido de que ese relevo llegará. Hay que tener paciencia.

¿En la marcha lo ve también?

Sí, soy optimista.

¿Dónde y cómo se ve cuando todo esto termine?

Obviamente, me gustaría seguir vinculado al atletismo. El siguiente paso, de forma natural, estaría vinculado a un aspecto más técnico, como entrenador, asesorando... Hay puertas entreabiertas, veremos la que puedo aprovechar. Quiero devolver al atletismo lo que me ha dado a mí.

BIO Jesús Ángel García Bragado (Madrid, 17 de octubre de 1969), es un atleta español especializado en la marcha atlética (50 km). Es uno de los atletas con una carrera deportiva más larga en la élite. Entre sus logros, destacan un campeonato del mundo (Stuttgart 1993), un oro en la Copa del Mundo de marcha en 1997 y dos diplomas olímpicos.

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