Gadret arruina la victoria española en la 11ª etapa del Giro

  • El francés superó al escapado Dani Moreno a falta de cien metros.
  • El último repecho se hizo demasiado largo al ciclista español del Katusha.
  • Alberto Contador se mantiene como líder de la ronda italiana.
Alberto Contador, en el podio.
Alberto Contador, en el podio.
EFE
Alberto Contador, en el podio.

El francés John Gadret, del Ag2r, se proclamó vencedor de la undécima etapa del Giro de Italia, una jornada "rompepiernas" entre Tortoreto Lido y Castelfidardo (144 kms) en la que Alberto Contador, en contra de sus objetivos iniciales, conservó la maglia rosa de líder.

La etapa se resolvió en la última recta, que "picaba" para arriba, donde Gadret lanzó un ataque lejano, explosivo, que le sirvió para hundir al español Dani Moreno (Katusha), que marchaba escapado y presentarse en meta con una celebración tan prolongada como su esprint, brazos en alto en honor de la victoria más importante de su palmarés.

El pelotón, donde los favoritos se vieron obligados a asomarse en las primeras posiciones, cruzó la meta con el mismo tiempo de Gadret, 3h.33.11, con "Purito" Rodríguez (Katusha) al frente, seguido del campeón de Italia, Giovanni Visconti (Farnese). Alberto Contador, que siguió atento las maniobras del Lampre de Scarponi en los últimos kilómetros fue quinto, con sus principales rivales a continuación.

El madrileño conservó muy a su pesar la maglia rosa. "La escapada del día era buena para ceder el liderato, pero muchos equipos tenían intereses por la etapa. Mañana no vamos a tirar un solo metro", lamentó Contador, "obligado" a salir en la duodécima etapa con una prenda que parece quemarle en la espalda. Sigue en cabeza con 59 segundos sobre Konstantin Sivtsov (HTC) y 1.21 sobre el italiano Vincenzo Nibali (Liquigas), que pasó a la tercera plaza, ya que el francés Le Mevel, uno de los protagonistas de la escapada del día y virtual maglia rosa, se quemó al final y perdió tiempo.

Una jornada rompepiernas, de "come y bebe", que dice el argot ciclista italiano, con aroma a clásica, sin un metro llano que nació a toda velocidad y mucha prisa por formar una fuga que tuviera licencia del pelotón. Cuatro cotas de cuarta en el programa y miles de toboganes para atravesar transversalmente los Apeninos marchegianos, a tiro de piedra de la costa adriática

Después de numerosos intentos desde la salida en la localidad turística de Tortoreo Lido, donde el agua de las fuentes públicas salía de color rosa, se formó la escapada buena en el kilómetros 64 con 11 corredores.

Entre ellos se cuela el francés Christophe Le Mevel (Garmin), tercero en la general a 1.19 de Contador, también el español Dani Moreno (Katusha), Agnoli (Liquigas), Marzano (Lampre), Konovalovas (Movistar).

Fuga perfecta para los intereses de Contador, loco por soltar la maglia rosa, una prenda que según sus planteamientos, le resta tiempo de descanso por las ceremonias en el podio y atenciones diversas a los medios. La víspera no acudió a la sala de prensa y le cayeron 800 euros de multa.

El Saxo Bank vio la oportunidad de alquilar la maglia rosa y se limitó a estabilizar la fuga en torno a los dos minutos. Kilómetros de carga para los hombres del favorito número uno, que recibieron como agua de mayo la ayuda de otros equipos, como el Farnese, Androni y Astaná.

Moreno disparó

En cabeza Dani Moreno encendió la mecha atacando a 25 kilómetros de meta. El madrileño, que se levantó con la idea de meterse en las escapadas, abrió camino, pero le enganchó Konovalovas a 10 de meta. Le Mevel estaba al filo de la maglia, pero por detrás del Androni de Emanuele Sella tiró a saco y las diferencias se redujeron a 1.10.

Las ilusiones de Contador también se iban disipando y estaba ya claro que tendría que cargar un día más con una camiseta que quisiera llevar más de uno, aunque fuese por un día. Y Le Mevel también se había despedido ya del sueño rosa.

Moreno y Konovalovas, un escalador y un contrarrelojista ante un final en ascenso. El Androni, que trabajó para Rujano y Sella, sacó sus peones y apuntó a los escapados desde cerca. Luego salió al escenario el Lampre de Scarponi, con Petacchi en labores de gregario. Konovalovas pasó al grupo y Dani Moreno quedó solo en la resistencia. Ningún favorito se quiso perder el momento clave de la etapa. Todos con las orejas tiesas en un loco final.

Moreno se dejó el alma, pero la victoria era golosa para muchos equipos. Le pasó John Gadret como una exhalación, y el francés, un excampeón de ciclocross, sacó la potencia del ciclismo de barro para aprovechar la ocasión de su vida. Estrenó su hoja de servicio en las grandes a los 32 años. Nunca es tarde ante una victoria tan buena.

Mañana, se disputa la duodécima etapa entre Castelfidardo y Rávena, de 184 kilómetros, con un perfil totalmente llano, sin dificultades orográficas, y que representará la última oportunidad para los esprinters. La montaña espera en la jornada del viernes.

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