Un futbolista profesional inglés pasará siete años y cuatro meses en la cárcel por ser el responsable de la muerte de dos hermanos de diez y ocho años por conducción peligrosa.
El que fuera portero del Plymouth Argyl, Luke McCormick, de 25 años, ha admitido haber provocado los fallecimientos de Arron Peak y Ben Peak, al haber chocado su vehículo con el coche en el que viajaban los pequeños, cuando conducía bajo los efectos del alcohol, el pasado 7 de junio.
En el momento del accidente, el guardameta regresaba de una boda y dio positivo en el control del alcoholemia. Por su parte, las víctimas viajaban junto a su padre, quien resultó herido de gravedad, y otros amigos cuando se dirigían hacia el circuito de Silverstone.
McCormick admitió ante el tribunal inglés haberse "dormido" y reiteró que "sentía muchísimo" lo sucedido. Antes de la colisión, otros conductores que presenciaron el accidente advirtieron, según indicaron a la policía, que McCormick "conducía como un idiota" y que llegó a alcanzar una velocidad estimada de 144 kilómetros por hora.
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