El caso de Daniel Correa está convirtiéndose en una auténtica película de suspense. El hallazgo del cádaver del futbolista muerto, casi degollado y con los genitales cortados, ha derivado en una investigación cuyos morbosos detalles parecen más propios de las páginas de sucesos más escabrosas.

El último giro de guión viene dado por la aparición de fotografías y mensajes de whattsapp de Correa a un amigo, en los que se le ve en la cama con la esposa de Edson Brittes Junior, el empresario que ha sido detenido como presunto autor del asesinato. La policía detuvo a este, a la propia esposa y a su hija de 18 años, que era la protagonista de la fiesta de cumpleaños a la que fue invitado el jugador del Sao Bento.

Y precisamente de eso versan algunos de los mensajes que envió Correa. Acompañado de fotos en las que se le ve sonriente junto a la esposa de Brittes, que está dormida, el futbolista dice cosas como "me voy a comer a la madre de la cumpleañera", "puedo dormir aquí, tiene varias mujeres por la casa" y similares.

El interlocutor de Correa le advierte en los mensajes de whattsapp de las posibles consecuencias: "No hay nada que hacer, te van a echar de la casa. Te van a hacer mierda, el tipo te va a machacar a golpes".

Estos mensajes y fotos vienen a corroborar la versión del presunto asesino. En la declaración a la policía, Brittes asegura que empezó a oír gritos de la habitación donde estaba su esposa y, temiendo que la estuvieran violando, fue a su rescate. Al ver al futbolista en la cama con su esposa dormida, le dio una paliza tal que acabó por dejarle inconsciente. Eso, no obstante, no explica cómo acabó casi degollado y sin genitales en unos matorrales.