‘Big Little Lies’: Del rock al soul, la música que suena en Monterrey

Música final. Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Shailene Woodley, Laura Dern y Zoë Kravitz comparten su oscuro secreto en las playas de California bajo la base de piano de September Song, una canción de Agnes Obel. La melodía y la imagen se conjugan en uno de los momentos más perfectos de la costa de California, en un orgasmo seriéfilo. Un punto álgido que proviene de lejos.

“Contra todo el dolor, tanto poder recorriéndome las venas. Sangrando, estoy sangrando. Mi pequeño y frío corazón”, una declaración desde los primeros minutos de Big Little Lies que viene repitiéndose en la actualidad gracias a la intro de la serie. ¿La canción? Cold Little Heart del cantante soul británico Michael Kiwanuka, que pertenece a su disco Love and Hate (2016). La canción se ha convertido en el bastión de la serie y raro es aquel que no la conoce. Y más extraño aún aquel fan de las cinco de Monterrey que es incapaz de tatarear la canción del autor de procedencia ugandesa.

Una conjugación perfecta

Si algo ha dejado claro BLL ha sido la importancia de la música en sus tramas. Letras que en muchas ocasiones están muy unidas a lo que ocurre dentro del marco de la serie. El productor ejecutivo Jean-Marc Vallée cuida al milímetro cada ritmo, conociendo palmo a palmo la importancia de sus elementos dramáticos y creando todo un viaje emocional. Un trayecto compartido por la nueva directora, Andrea Arnold. La realizadora continúa la estela de la dirección del propio Vallée en la segunda temporada de la producción de HBO.

Madeline (Reese Witherspoon) empujada al vacío por Renata (Laura Dern) en un sueño con la canción Silver Trembling Hands de Flaming Lips de fondo. Suena Frank Ocean con la canción Super Rick Kids en un momento en el que Renata se refiere a Jane (Shailene Woodley) como la niñera. A su vez la rabia de Jane explotando con el caso del posible “bullying” de Ziggy a Amabella con Hands around my throat de Death in Vegas.  Papa was a Rolling Stone como canción recurrente en el arco argumental de Jane y su violador y padre de Ziggy.

Son multitud de canciones las que encajan a la perfección dentro del conjunto de la historia y que han enamorado y atrapado a los espectadores. Shazam y Google están que lo petan con las búsquedas de los usuarios que siguen de cerca la serie.

Uno de los momentos más importantes de la producción- la muerte de Perry (Alexander Skarsgård)- sucede en un fiesta de una gala benéfica en la que la gente compite por ser el mejor cantante de rock imitando ni más ni menos que al propio Elvis Presley.

La preciosa canción de Don´t del rey del rock cantada por Bonnie (Zoë Kravitz) precede a la  batalla de testosterona entre Ed (Adam Scott) y Nathan (James Tupper). Y que sin embargo, nos trae uno de los momentos más emotivos con la canción Pocketful of Rainbows, la cual le canta Ed a Madeline. Un hecho que hace que se sienta culpable por su infidelidad y provoca que ella esté presente en el lugar de los crímenes.

Son muchos los ritmos protagonistas de la serie desde el rock más puro, al soul, el R&B, el funky, la música disco... Y todos siempre muy bien utilizados en base a la propia cadencia necesaria en el momento justo. La primera temporada nos regalaba canciones de Leon Bridges, Neil Young, Sade, Villagers, PJ Harvey,Death in Vegas... y hasta de la propia Zoë Kravitz. Cantantes de estilos muy diferentes que se convierten en sonidos que funcionan con eficacia y nos llevan a un viaje al pasado. Una tónica consecuente en la continuación de lo que a priori iba a ser una miniserie.

Jane baila en la playa despreocupada. Una mujer nueva y liberada tras la muerte de Perry, pero que sigue en la búsqueda de sí misma. En este momento suena la canción Mystery of love de Sufjan Stevens. ¿Te suena? Se trata de la banda sonora de la película Call Me By Your Name.

“Soy yo. La primera vez que me tocaste. Oh, ¿las maravillas alguna vez cesarán? Bendito sea el misterio del amor”. Y de repente aparece detrás la nueva conquista y compañero de trabajo de la protagonista. Las líneas argumentales y el hilo musical no pueden trabajar en mayor concordancia. No es la primera vez que Stevens suena en la serie ya que el cantautor nominado al Oscar ya lo hacía en la primera temporada con Casimi Pulaski Day.

En los últimos capítulos el asesinato de Perry está afectando a las protagonistas. Bonnie no supera su participación en la muerte de Perry, por lo que su marido decide llamar a su madre. Al comienzo del tercer episodio suena la melodía Shake Sugaree de Elizabeth Cotten. "Todo lo que tengo está hecho y empeñado. Peón mi reloj, empeña mi cadena".

Bad Reputation de Joan Jett suena cuando Jane lleva a Ziggy al colegio, I'll Be Around de The Spinners cuando los padres vuelven a casa tras la muerte de Perry, Harverst Moon de Portishead cuando Celeste (Nicole Kidman) recuerda al que fuera su marido, All Apologies de Sinead O'Connor cuando Celeste y Madeline hablan de él... La segunda temporada llega llena de clásicos.

Cabe destacar el homenaje a la música disco durante la fiesta de cumpleaños de Amabella. Los Bee Ges con How Deep Is Your Love, Lucky de Donna Summer, Disco Inferno de The Trammps ... Un homenaje que tras el de Elvis en la primera temporada nos hace preguntarnos qué vendrá después. Ver Big Little Lies es disfrutar de los cantantes y las melodías. Larga vida a la música y larga vida a las cinco de Monterrey. 

https://open.spotify.com/playlist/3AQ0movmBHpmHzvDU69DBk