El capitán del Real Madrid y también de la selección, al contrario que Guti, su compañero, quiso restarle importancia a la decisión del seleccionador argumentando que "no voy a esta convocatoria, pero nada más. No creo en las sentencias definitivas".

A Raúl esta situación sólo le hace pensar en trabajar y sudar la camiseta: "Luis tiene fuerza para quitarme y yo para volver porque sé que sólo depende de mi trabajo. Lo único que digo es que no renuncio, porque me encanta poder defender a mi país. No soy de los que se rinden, y creo que he demostrado que la lucha forma parte de mi vocabulario más elemental".

Al respecto de la polémica en torno a que Luis no le llamara para comunicarle la noticia, el futbolista madrileño comentó que "no estoy en la cabeza del seleccionador y no me ha llamado para explicarme los motivos. Yo tampoco considero que me tenga que dar explicación alguna. Simplemente, al seleccionador le debe parecer que no estoy en la forma adecuada para ir en esta convocatoria, así que yo debo seguir trabajando".

El entorno de Raúl también se ha visto alterado siempre por todas las informaciones que de él se comentan, ciertas o no. "Mi familia ha sufrido mucho por todo lo que se ha dicho y escrito sobre mí. Sin embargo, después de mi malas rachas, de mis lesiones, voy por la calle y la gente me anima. Así que me quedo con que hay gente que es feliz porque sigo en la brecha", afirmó el 7 blanco.

En cuanto a su hijo mayor, "tiene seis años y claro que me hace preguntas, porque sus amigos de clase le dicen cosas. Yo le digo la verdad", aseveró. Cuando juegue la selección, Raúl le dirá a su hijo que "el seleccionador español no me ha llamado porque cree que no estoy en forma. Y le diré que voy a intentar volver lo antes posible".