El FC Barcelona ha anunciado este lunes su intención de construir un estadio prácticamente nuevo aprovechando la estructura del actual Camp Nou, una decisión que los socios deberán ratificar en un referendo que se celebrará el 5 ó 6 de abril coincidiendo con un partido del primer equipo. Una reforma integral que se extendería entre seis y ocho años y que oscilaría los 600 millones de euros.

Así lo han consensuado "por unanimidad" los veinte miembros de la junta directiva del club catalán, que, después de la reunión celebrada en la tarde este lunes, ha descartado por su elevado coste económico el proyecto de construir un nuevo estadio en unos terrenos cercanos a la avenida Diagonal.

Sandro Rosell, presidente del club, emplazó a la masa social a actuar con "la misma firmeza" que cuando el Camp Nou bajo la presidencia de Francisco Miró Sans se inauguró en 1957, al referirse a los presidentes Agustí Montal Golobart y Miró Sans como "unos visionarios", cuando compraron los terrenos donde se asienta el Camp Nou y posteriormente se emprendió su construcción.

Rosell cree que la obra que prevé poner en marcha con la reforma del Camp Nou -"gracias a la reducción de la deuda", ha precisado- "sea un legado" para los nuevos barcelonistas para que la historia del club "siga creciendo". Al poco de alcanzar la presidencia del Barcelona en verano del 2010, la junta de Rosell paralizó el proyecto de remodelación del Camp Nou iniciado por el anterior equipo directivo, liderado por Joan Laporta, por considerarlo inapropiado por el importe económico (unos 250 millones de euros) y porque no urgía.

Sandro Rosell, acompañado por los directivos Jordi Moix, Javier Faus y Toni Freixa, el club ha presentado el proyecto de levantar un nuevo estadio donde se ubica el Camp Nou -bautizado como ENEA (Estadio Nuevo en la Estructura Actual)- se completará en cuatro años -entre mayo de 2017 y febrero de 2021- y su coste rondará los 420 millones de euros.  A ello se suma la construcción de un nuevo Palau Blaugrana en los actuales terrenos del Miniestadi -que se desplazará a la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí-, así como del denominado 'Espai Barça' (Espacio Barça), donde se instalarán las oficinas del club y otras equipaciones. Asimismo, se prevé habilitar 5.000 plazas nuevas de aparcamiento.

Según las estimaciones del club, el monto total de dicha operación urbanística llegará hasta los 600 millones de euros que, según ha explicado el vicepresidente económico, Javier Faus, "no hipotecarán la excelencia deportiva" del primer equipo de fútbol.  Por ello, para asegurar la viabilidad económica del proyecto, la entidad espera recaudar 200 millones a través de "financiación interna", otros 200 mediante un crédito sindicado, así como 150 millones dando un nombre comercial al estadio.

En este sentido, Faus ha negado que el estadio deje de denominarse Camp Nou, pero ha abierto la puerta a que se llegue a un acuerdo para poner "un apellido" comercial.  "El Camp Nou debe continuar diciéndose Camp Nou, pero no renunciamos a que tenga un apellido", ha insistido Faus, quien ha negado que ya se haya llegado a un acuerdo con alguna multinacional. El nuevo Camp Nou será totalmente cubierto y está previsto que tenga un aforo de 105.000 asientos -ahora cuenta con un aforo de 98.787 espectadores- y, según las previsiones de la junta, se prevé ingresar 35 millones más gracias a la instalación de nuevas equipaciones.

El alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias, había avanzado por la mañana que hace unos días el presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, le comunicó en persona la probable decisión de la Junta Directiva blaugrana de optar por la remodelación completa del actual Camp Nou y no por la construcción de un nuevo estadio por su coste económico.

"Sí, hace unos días el presidente Rosell y yo mismo nos reunimos y me dijo que la Junta desistiría y que, probablemente, optarían por una remodelación del estadio", avanzó en una entrevista a 'El món a RAC1' recogida por Europa Press.

En este sentido, el alcalde apuntó que le decisión se debe a temas económicos, pues el FC Barcelona afrontaría un "terrible coste" con la construcción de un nuevo estadio, en la entrada de la ciudad en la Avinguda Diagonal en los actuales terrenos de 'Esports UB', con unas cifras que se barajan cercanas a los 600 millones de euros, por unos 200 millones de la remodelación.

"Construir un estadio nuevo no afectaba a los vecinos, era una situación relativamente tranquila. El problema era el terrible coste de una operación como esta. Para los vecinos de Les Corts era positivo, porque se construía una zona deportiva en la zona del estadio", señaló Trias. A nivel personal, no quiso mojarse respecto a esta decisión, que este lunes podría aclarar el club en rueda de prensa. "No me parece ni la mejor ni la peor opción. Es un tema interno. El club debe reflejar la decisión de los socios. El Ayuntamiento estará al lado del club en la medida que pueda", se sinceró.