Estaba siendo el del Valencia un entrenamiento caliente, el día después de su pase copero, y Villa se mostraba especialmente duro en varias entradas a los compañeros: «Hay que tener la misma actitud en todos los partidos» o «si hiciéramos lo mismo siempre, nunca perderíamos», le reprendió el técnico, Quique Flores, al delantero asturiano.
Momentos después, Villa golpeó un balón a las nubes y el entrenador lo echó con un escueto: «¡Guaje, ya!», tras el que se marchó a los vestuarios lanzando su peto al suelo y dando un balonazo. Allí lo esperaba su padre, que precisamente había ido a verlo entrenarse ese día.
«Que se baje del barco»
Quique le quitó gravedad al asunto: «Son cosas que pasan», se limitó a decir. No ha sido una semana fácil para el Valencia, pues sigue con la plaga de lesiones que provocaron las quejas del entrenador y la respuesta contundente del director deportivo, Carboni: «Quien no quiera estar en el barco, que se baje».
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