Valladolid (13+12) Sierra, Asier Antonio, Gull (8), Garabaya (2), Chema Rodríguez (4), Ávila, García Parrondo (4, 3 p.), Muratovic (5), Eduard Fernández (1 p.), Rentero, Víctor Hugo, Ugalde y Velasco (1).

Flensburg (11+13)  Beutler (Holpert, ps), Lackovic (3), Jensen (5), Christiansen (5), Vranjes (1), Stryger (4), Lijewski (2), Boldsen (1), Nielsen (3) y Lauritzen.

Árbitro N. Krstic y P. Ljubic (Eslovenia). Excluyeron dos minutos a Chema Rodríguez (min 29  y 49), Lijewski (min 3 y 16), Vranjes (min 15 y tarjeta roja directa en el min 59) y Jensen (min 42).

No pudo ser. El BM Valladolid se quedó a las puertas de la final de la Champions en el año de su debut, a pesar de que dominó el encuentro y la victoria alemana se decidió gracias a un último penalti fallado por los locales.

Los vallisoletanos salieron al 100% a la cancha, concentrados en defensa y bien organizados en ataque, lo que les llevó a obtener una ventaja de cinco goles (min 10, 6-1). Pero bajaron el nivel en el terreno ofensivo y los errores en los lanzamientos, junto con las pérdidas de balón, fueron aprovechadas por un relajado Flensburg que llegó a empatar (10-10). A pesar de la exclusión de Chema Rodríguez, los locales se fueron al descanso con ventaja (13-11).

El conjunto de Pastor comenzó centrado la segunda parte, pero, aunque fue por delante casi todo el partido, cometió errores al final que el Flensburg no perdonó y empató (24-24) a un minuto de la conclusión. Chema Rodríguez adelantó de nuevo al Valladolid (25-24), pero a García Parrondo le pudo la presión y falló el penalti que podría haber clasificado a su equipo, ya que los alemanes ganaron en la ida por 32-30.

El Ademar, a la final de la Recopa

El Ademar se clasificó ayer para la final de la Recopa de Europa después de ganar por la diferencia que necesitaba al Zagreb (30-23). El gran acierto del croata Alilovic, tras la expulsión de Saric, y los tres últimos goles conseguidos por Stranovski, el último en el último segundo, fueron suficiente para que el equipo leonés llegara a la final, después de un partido muy duro que estuvo a punto de acabar en batalla campal.