El Madrid sigue sin ganar en Milán pero se rompe la tradición del verdugo de Guardiola

Los jugadores de Atlético de Madrid y Real Madrid, antes de la tanda de penaltis de la final de la Champions.
Los jugadores de Atlético de Madrid y Real Madrid, antes de la tanda de penaltis de la final de la Champions.
EFE
Los jugadores de Atlético de Madrid y Real Madrid, antes de la tanda de penaltis de la final de la Champions.

Esta final de la Champions League llegaba con unas cuantas 'maldiciones' que se podían romper... o no. La maldición del Madrid en San Siro, su racha con Clattenburg, la tercera final de un equipo sin Champions, o la bendición del verdugo de Guardiola eran algunas de ellas.

San Siro, territorio vedado. A partir de ahora, San Siro supondrá un buen recuerdo para el madridismo, por ser el lugar donde ganó la Undécima, pero no logró romper su mala racha en el coliseo milanés. El Madrid había jugado 14 veces en el Giuseppe Meazza y nunca había ganado. Este sábado tampoco ganó en el tiempo reglamentario. Ganó, eso sí, en los penaltis.

El verdugo de Guardiola. Desde que Pep Guardiola entrena en la élite del fútbol europeo, o ganaba su equipo la Champions o lo hacía el equipo que lo eliminaba. En esta temporada había sido el Atlético de Madrid el que había eliminado al equipo de Pep, en este caso, el Bayern de Múnich. A pesar de ello, no pudo alzarse con el triunfo.

Mark Clattenburg. El Real Madrid tiene buenas noticias cada vez que le pita Clattenburg. El árbitro inglés le había pitado cinco veces, y las cinco había ganado. Este sábado no han ganado (han empatado), pero prolongan su racha sin perder.

Subcampeonatos. Nunca antes un equipo había perdido tres finales de Champions sin ser campeón. El Atlético de Madrid, con su derrota de este sábado, se convierte en el primer equipo del continente europeo que sale derrotado de tres finales y sigue sin poder saborear las mieles del triunfo de la máxima competición del Viejo Continente.

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