El ex compañero de Fernando Alonso en la escudería McLaren fue objeto de insultos, el sábado pasado, por parte de un grupo de espectadores que presenciaban los entrenamientos privados en el circuito catalán.

La FIA se declara satisfecha con las medidas adoptadas, pero advierte de que vigilará atentamente los próximos entrenamientos (la próxima semana se trasladan a Jerez) para comprobar si dichas medidas funcionan.

"Todavía no hemos recibido un informe completo pero sí garantías del circuito y de las autoridades deportivas españolas de que se han adoptado medidas para prevenir abusos racistas como el de la semana pasada", declaró un portavoz de la FIA al diario británico The Guardian.

"Sabemos que ese tipo de abusos son un delito en España y que las autoridades no dudarán en actuar si fuera necesario", añadió.

El portavoz de la FIA saluda "esta tolerancia cero" y anuncia que estarán muy pendientes de los próximos entrenamientos "para asegurarnos de que se adoptan las medidas necesarias para evitar que se repitan las detestables escenas de Barcelona".

"El racismo no tiene sitio en el deporte del motor y no vamos a permitir que los racistas secuestren nuestro deporte en perjuicio de los millones de auténticos aficionados al automovilismo en todo el mundo", aseguró el portavoz.

En Montmeló se tomarán medidas

El director general del circuito de Montmeló, Ramón Pradera, prometió el lunes pasado que se tomarán "medidas" para prevenir dichos incidentes.

"Yo estuve presente durante todo momento y no puedo generalizar teniendo en cuenta las acciones de cuatro o cinco personas frente a los 50.000 espectadores que estuvieron allí el fin de semana", indicó.

Además, el director de Montmeló recordó que nada más detectarse esos comportamientos abusivos en el circuito, la organización "reaccionó de forma inmediata acordonando el área, expulsando a esas personas y retirando las pancartas" y que "el domingo no se vio nada parecido"