Fernando Alonso ha avanzado en Hungría lo que ya era un secreto a voces: decidirá su futuro después del verano. Para entonces, quizá ya tenga cerrado un test con un coche de la IndyCar, algo que ha avanzado Zak Brown, CEO de McLaren.

El máximo responsable de la escuadra de Woking ya avanzó en una entrevista a 20minutos que su intención era que Alonso siguiera con ellos, "sea en Fórmula 1 o en la IndyCar". Al asturiano le queda sólo conquistar las 500 Millas de Indianápolis, que no es poco, para lograr su sueño de la Triple Corona, y desde McLaren tienen claro que lograrlo con ellos puede darles el golpe de moral que necesitaban.

Todo ha venido por un insistente rumor que apareció en el paddock de Hockenheim: Alonso iba a participar en los test de la Indy en Portland de la próxima semana. Algo que ha negado Brown: "Nunca estuvo planeado probar ahí. Tiene una carrera del Mundial de Resistencia en agosto (las 6 horas de Silverstone), así que se quedará en Europa durante nuestro parón, pero podría hacer un test más adelante este año", admitió en declaraciones recogidas por 'RACER'.

En este sentido, Brown admite que están "intentando encontrar un hueco" en el "frenético" calendario de Alonso, en el que combina Fórmula 1 y el WEC. "Sería espectacular en la IndyCar, le encantaría correr allí, pero a la Indy también le encantaría que él corriera", añadió.

Zak Brown se ha tomado como un objetivo personal conseguir que Alonso compita en la IndyCar. Esto ha hecho que presione con mucha insistencia a la cúpula de McLaren, que no ve con muy buenos ojos quitarle recursos al equipo de Fórmula 1, que no pasa por sus mejores días. Brown argumenta que, con Michael Andretti de la mano, pueden competir con dos monoplazas en la temporada 2019, algo con lo que podrían tentar a Alonso. El asturiano ya estuvo a las órdenes del hijo del legendario Mario Andretti en 2017, cuando participó en unas 500 Millas en las que acabó abandonando por una rotura de motor.