"Estoy contento de estar aquí hablando con vosotros", han sido las primeras palabras de Fernando Alonso a las cámaras de Movistar+ tras el brutal accidente que ha sufrido en el GP de Australia.

El asturiano ha asegurado que se siente "un afortunado". "Cuando vas a 300 y pico por hora siempre te juegas la vida. Si en una de esas vueltas de campana coincide mal el golpe, acabas mal. Soy un afortunado", ha dicho, mientras explicaba que se encontraba bien, aunque tenía dolores por todo el cuerpo. "Me duele un poco todo, sobre todo las rodillas. A esa velocidad cuando chocas se mueve todo por dentro. Mañana dolerá más, pero está todo ok", ha tranquilizado.

"Cuando vas por el aire y vueltas, quieres que pare y no sabes qué puede pasar. Lo primero que he pensado es que quería salir pronto del coche para que la familia supiese que estaba bien", ha contado.

"Es difícil saber qué ha pasado, íbamos muy juntos. Cogí el rebufo de él (Esteban Gutiérrez). Ir tan cerca no me dejó ver el punto de frenada y no paré a tiempo. Perdí la referencia, frene tarde y me lo llevé por delante", ha contado sobre las causas que han podido provocar el accidente.

El piloto de McLaren ha confirmado que este altercado no le impedirá correr en el siguiente GP. "La pena es que después de un buen fin de semana al final no cogemos ningún punto, pero estoy muy contento y con ganas de subirme de nuevo al coche".

"Soy consciente de que hoy he gastado una de las vidas que me quedaban. Quiero dar las gracias a McLaren y a la FIA por la seguridad actual de los monoplazas. A mis compañeros y a los aficionados por la preocupación mostrada y apoyo incondicional. Ahora a recuperarse y pensar en Baréin, y subirme al coche para conseguir los primeros puntos", señaló el piloto en su perfil oficial de Instagram una vez pasado el gran susto.