El Real Madrid, por diversas circunstancias, se ha granjeado muchas antipatías a lo largo de su historia, y con una intensidad especial en los últimos años.

Curiosamente, desde 2007, el personaje público que probablemente más odio y rencor ha volcado sobre la entidad presidida por Vicente Boluda no ha sido ninguna figura del Barcelona o del Atlético de Madrid, enemigos clásicos, sino Alex Ferguson, el irreverente y peculiar entrenador del Manchester United.

Con más de treinta años en los banquillos, su palmarés es espectacular: 10 Premier Leagues, 2 Copas de Europa, 2 Recopas, 2 Supercopas de Europa, 1 Copa Intercontinental y 1 Mundialito de clubes, entre otros títulos, que podrían ser más si en Old Trafford se festeja otro galardón esta temporada.

Esta proeza podría estar a punto de convertirse en una página del pasado. Según anunció su hijo Darren en The Guardian, el polémico entrenador ya medita su retirada, y es probable que ésta se consume en 2010. El Real Madrid, de este modo, verá cómo su particular azote desaparecerá de la actualidad deportiva.

Cristiano Ronaldo, detonante

Esta particular fobia nació en 2007, cuando el interés madridista por Cristiano Ronaldo comenzó a adquirir fuerza. Entonces, Ferguson no dudó en arremeter contra la entidad blanca, a la que, junto al Barcelona, acusó de usar al crack portugués.

Pero pronto focalizaría su aversión exclusivamente hacia el Real Madrid. De hecho, un año después, afirmó que el Barcelona tenía mejor ética que su rival de la capital.

Las tensiones se multiplicaron cuando, al cabo de unos meses, soltó el que es hasta el momento su obús verbal más recordado: "El Madrid, como club de Franco, conseguía lo que le daba la gana".

El Madrid se enciende

El Real Madrid, contenido hasta el momento, estalló y comenzó también a disparar. Ramón Calderón, aún presidente, repuso que Ferguson "chochea", y el defensa Gabriel Heinze, que estuvo a sus órdenes en Old Trafford, desveló que todo aquél que protestaba en el equipo inglés era marginado por el singular preparador.

Incluso, Alfredo Di Stefano, más sutil y elegante, afirmó que Franco era simplemente un interior zurdo que jugaba en La Coruña.

Obviamente, Ferguson no se mordió la lengua y su volcánico verbo, en la que es su última increpación de relieve hacia los del Santiago Bernabéu, continuó percutiendo: "El Madrid es una mafia, no le vendería ni un virus".