Radamel Falcao hizo historia ante el Deportivo, al que aplastó con cinco tantos con su firma, una marca al alcance de muy pocos, que lo confirman como uno de los mejores nueves del mundo y que quedará grabada para siempre en los anales del club madrileño.

Porque no se recuerda en el Vicente Calderón a un depredador como el "tigre". El colombiano redondeó su mejor partido desde que es jugador del Atlético. Sus cinco goles, que darán la vuelta al mundo, superan los cuatro que le marcó al Villarreal en un mismo partido cuando era jugador del Oporto. En total, suma 55 con la camiseta rojiblanca. De él estaba casi todo dicho, pero ante el Deportivo disipó todas las dudas, si quedaba alguna.

Falcao devolvió la alegría a la afición, que olvidó la enésima derrota ante el Real Madrid y vivió una noche de fiesta, como en los viejos tiempos, en los que los rivales salían trasquilados del Manzanares. El Atlético se quedó a un tanto de igualar la mayor goleada en liga que ha visto nunca el Calderón, un 7-0 al Mallorca.

Si Falcao fue el protagonista absoluto, Diego Costa se resarció de una semana aciaga, que le había puesto en el disparadero, objeto de muchas criticas por sus "rifirrafes" con Sergio Ramos en el derbi y su absurda expulsión por propinar un cabezazo a un contrario ante el Viktoria Plzen.

El brasileño, que se había ganado a pulso la titularidad antes de sus dos desafortunadas actuaciones, pareció tirar todo su brillante trabajo por la borda con su actitud en dos combates de mucha trascendencia para su equipo.