La necesidad del Celta fue la mejor aliada granota. El equipo local quería tener el balón, pero no sabía cómo atacar a un Levante muy bien asentado en el campo. El conjunto valenciano, que ya tiene un colchón de seis puntos, renunció al ataque con tal de no descolocar sus eficientes líneas defensivas.

Pero un protestado penalti a Reggi en un córner permitó lograr el 1-0. Era el minuto 38; el Levante se encontró con un premio a su labor defensiva que fue refrendado por Riga a los pocos minutos de la reanudación.

El delantero ghanés aprovechó un error defensivo para marcar el segundo tanto. El Levante se conformó con sus dos goles, por lo que se encerró para salir al contragolpe hasta el final.

«La permanencia está más cerca y jugaremos sin agobios», indicó un satisfecho Abel Resino.