La selección española accedió a los octavos de final del Mundial de Rusia en los que jugará, precisamente, con la anfitriona del torneo.

Lo hizo tras un empate a 2 ante la eliminada Marruecos y después de completar una fase de grupos en la que empató contra Portugal en el que es su me¡jor partido hasta la fecha y venció por la mínima a Irán. Es decir, en un mar de dudas.

A pesar de que el objetivo está cumplido, la forma de conseguirlo no es la que todos pensábamos hace solo unas semanas. El efecto Lopetegui causa estragos y parece haber dañado una selección que, a priori, lucha por todo en este Mundial. Luchará por él, pero será muy difícil ganarlo así. "Este no es el camino a seguir", reconoció Hierro.

Haciendo balance, solo Isco, el mejor de esta selección, y Diego Costa y sus tres goles se salvan en este complicado arranque de competición en el que lo único que parece claro es que España debe cambiar muchas cosas.

La primera mira señala directamente al banquillo español. Al nuevo inquilino, Fernando Hierro, le cuesta mover al equipo y realizar cambios cuando más lo necesita. Y tiene que perder ese miedo.

En la portería, De Gea comenzó como un flan con sus fallos ante Portugal y, pese al apoyo de sus compañeros, no parece que el madrileño haya ganado confianza. Más bien todo lo contrario. Le han disparado seis veces entre palos y ha encajado cinco goles. Las opciones son Reina y Kepa. El primero no está al cien por cien y el segundo ni siquiera ha debutado con la Roja.

En defensa somos un coladero. Nacho hizo buen partido contra Portugal, pero no ha tenido continuidad. Se recuperó Carvajal, pero lejos de su mejor versión debido a la lesión. A pesar de no realizar su mejor partido, la pareja de centrales, Ramos y Piqué, es intocable y tendrán que buscar simplemente su mejor versión de cara a los cruces.

Porque no todo es culpa de la defensa. Busquets se encuentra muy solo en la medular y podría ser la hora de jugadores con los que Hierro no ha contado apenas como Koke y Saúl.

Al juego de la Roja le falta profundidad. Se vio contra Irán y se constató ante los africanos. Silva está lejos de su nivel y a Iniesta se le acaba rápido la gasolina. Junto a Thiago (e Isco, aunque este es sintocable), todos conforman un mismo perfil de jugador. Falta verticalidad, que Hierro podría conseguir con futbolistas como Lucas y Asensio.

Costa ha logrado 3 de los  6 goles que lleva España en el Mundial. Pero a la histórica falta de gol patria se le puede poner remedio añadiendo otro atacante. Aspas rescató a la Roja ante Marruecos y sería buena combinación con el hispanobrasileño.