Los jugadores de la selección española perdieron la vergüenza en la celebración y, después de proclamarse campeones de Europa tras vencer en la final de la Eurocopa a Alemania por 0-1, festejaron como niños la victoria.

Después de recoger la Copa, y como las cámaras no podían entrar en los vestuarios, fueron ellos, en calzoncillos, los que decidieron salir para festejar con la prensa española el triunfo.

Los primeros en salir, Puyol, Cesc, el pichichi de la Eurocopa, David Villa, y acto seguido, salieron Casillas, Navarro, Güiza. Algunos en calzoncillos negros, otros en pantalón corto y sin camiseta, pero todos con botellas de sidra en la mano.

Los jugadores comenzaron a mojar a la prensa, mientras en el vestuario la plantilla entonaba "yo soy español", con la música de "kalinka", una forma de animar que ha hecho furor en esta Eurocopa entre los seguidores de la roja.