Los retos no asustan a la selección española de balonmano. No tienen miedo y palabras como 'oro' o 'final' salen de sus bocas con naturalidad. Es común oír a los deportistas eludir la responsabilidad y tratar de quitarse presión aludiendo a la calidad de los rivales o a la dificultad del campeonato. No pasa así con los 'guerreros', que debutaron en el Mundial con una ilusionante victoria sobre Argelia.

"Todos queremos llegar no a semifinales, sino a la final", dice Aitor Ariño, un joven de apenas 21 años que debuta en la selección en un gran torneo y al que ya se le ha pegado el espíritu de este equipo.

Más tiempo lleva Víctor Tomás en la selección, pero la ambición es incluso mayor "España es una potencia mundial en balonmano y tiene que aspirar a lo máximo, hay que estar en semifinales, que es lo que da opción a medalla, y... ¿por qué no soñar con el oro?", dice ambicioso.

El objetivo, como reconoce Antonio García, es "quedar primeros de grupo para tener los mejores cruces posibles", pero las semifinales son el "objetivo principal", más aún "jugando en casa".

Tras el plácido debut ante Argelia, comienzan las curvas para la selección española de balonmano en 'su' Mundial. Egipto, el rival de este lunes (19.00 horas), es un rival mucho más duro y el partido se va a parecer muy poco al del otro rival africano del grupo.

Los españoles son conscientes de que el segundo partido de la primera fase no va a ser tan fácil como el estreno y avisan de los peligros de Egipto, "Seguro que va a ser más complicado", dice Antonio, mientras que Aitor recuerda que se trata "del actual campeón de África". "Le tenemos mucho respeto", asegura el portero Sierra, elegido el mejor jugador del partido inaugural.

La Caja Mágica, sede improvisada en Madrid del Mundial tras la tragedia del Madrid Arena, parece haber convencido a los jugadores, que se mostraron encantados tras el partido tanto con la instalación como con el apoyo del público. "La temperatura está mucho mejor, es mejor jugar con este calor, y el público ha apoyado muchísimo, pero todavía espero que vengan más y que nos ayuden, les necesitamos", nos cuenta Víctor Tomás.

Antonio García está contento con el apoyo recibido, pero espera está seguro de que el "éxito deportivo ayudará a que haya más aficionados".

El joven Ariño pide el apoyo del público: "Cada partido para nosotros es una final, así que esperamos que la gente disfrute y que se animen y vengan, tanto el balonmano como nosotros lo necesitamos". Esta selección lo merece.