Pirri: "La esgrima es un 60% de cabeza y un 40% físico"

Practicamos esgrima, única disciplina olímpica de origen español, con un campeón: Pirri
El tirador José Luis Abajo, Pirri, nos ayuda a tomar el primer contacto con la esgrima.
El tirador José Luis Abajo, Pirri, nos ayuda a tomar el primer contacto con la esgrima.
Jorge París
El tirador José Luis Abajo, Pirri, nos ayuda a tomar el primer contacto con la esgrima.

José Luis Abajo "Pirri", campeón de España y subcampeón del mundo de espada, entre otros títulos, nos introduce en el deporte que surgió de los antiguos duelos de honor.

Antes de empuñar su arma nos describe la esgrima como "uno de los deportes más completos que hay ya que, además del trabajo físico, entrenas la inteligencia, la elaboración de estrategias...Un 60% del éxito es de la cabeza y, el resto, del físico".

La esgrima es un deporte minoritario, pero con aumento de aficionados porque "cada vez que España gana medallas y títulos, se nota gran afluencia en las escuelas de personas interesándose", apunta Pirri, quien recomienda empezar con un curso de iniciación, que dura tres meses y cuesta unos 120 euros (te suelen prestar el equipo), en el que un se hace una idea bastante fiel de las bases de este deporte.

Para practicar la esgrima hay unas normas básicas en cuanto a la equipación, para que no haya ningún accidente: "Hay que vestir un traje (compuesto de chaquetilla y pantalón) confeccionado con fibras de kevlar (de 800 Newton), el material que se usa para los chalecos de los astronautas. Además, unas medias que cubran la zona que el pantalón, hasta las rodillas, deja al aire. Todo eso es blanco. Además se usa un guante (en la mano armada), zapatillas de esgrima o de tenis y la careta, de rejilla y kevlar (de unos 1600 Newton)".

La siguiente elección es el arma. Unas veces es el profesor el que te orienta, según tus características, y otras el tirador el que opta por la espada, el sable o el florete.

Primeros pasos

Y nos preparamos para practicar la esgrima. Como es natural, antes de empezar a tirar y demás, hay que aprender los pasos principales y las posiciones. "La guardia es la posición básica. Se colocan los pies como en ángulo de 90 grados, se adelanta el pie derecho (si eres diestro) y se flexionan las rodillas (la derecha queda sobre el tobillo). Desde esa posición se marcha hacia delante o hacia atrás".

Al levantar la espada, el hombro contrario al brazo que empuña el arma se gira, para reducir el área de toque al contrario, y el brazo armado se pega al costado, con una separación de 4 dedos del cuerpo mientras va doblado.

Tras practicar el movimiento, levantando punta y talón al hacer el paso, sin arrastrar el pie, llegan los ataques. Los básicos son el de fondo (se estira el brazo y se lanza la pierna adelantada) y el de flecha (se lanza el brazo, se da un impulso hacia delante con los dos pies y la pierna de detrás pasa adelante en un pequeño salto).

Luego hay variaciones sobre esto con pasos cortos, más ampliados...

El trabajo completo

Cuando ya se controla lo básico, lo siguiente es practicar los desplazamientos, a veces frente a un espejo para corregir errores, otras solo, otras con compañeros... porque hay que coger agilidad en los movimientos.

De ahí, en parejas, se practican las defensas de los ataques. "Esto engancha porque se puede practicar de muchas maneras distintas: atacando más, sólo defendiendo, tratando de engañar al rival haciéndole fintas...".

Esto no va de espadachines

Impone eso de empuñar una espada y calzarse una careta que pesa casi un kilo, pero coordinar los movimientos de piernas y brazos no es complicado.

La forma de moverse tiene un toque artístico, tipo danza, y ese primer contacto resulta y entretenido, pese a que aún no se pueden hacer grandes cosas. Eso si, no tienen nada que ver con las luchas de Alatriste...

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