El gol fantasma de Messi en Mestalla ha reabierto el debate de si es necesaria la implantación de la tecnología en el fútbol. Un tanto a todas luces legar -porque el balón traspasó claramente la línea de gol- y que ha puesto en el disparadero la Liga.

Los tiempos han cambiado, el deporte rey también, y cada vez hay menos dudas y parece más claro la necesidad de instalar el VAR (árbitro asistente de vídeo) en la que está considerada una de las mejores ligas del mundo, la española, que, no obstante, se resiste a aplicarlo.

Sin embargo, la previsión de que su implantación coincida con el inicio de la próxima temporada 2018-2019 ya ha sido manifestada tanto desde la Liga de Fútbol Profesional (LFP) como también desde la Federación Española de Fútbol (RFEF) y el propio Comité Técnico de Árbitros (CTA). De hecho, hace solo unos días el CTA informó de que la próxima temporada se introducirá el videoarbitraje en Primera División con el fin de mejorar las decisiones de los colegiados y evitar las polémicas.  Así, "las pruebas exigidas por la International Board para la puesta en funcionamiento del sistema VAR" se iniciarán "próximamente".

Se trata de un sistema, instalado ya en otras grandes ligas europeas como la alemana o la italiana, por el cual los árbitros pueden revisar durante un partido las jugadas polémicas mediante la repetición de las imágenes televisivas para tomar así las decisiones más correctas.

Polémicas como la de Mestalla, que ha provocado una oleada de reacciones. "Lo vio todo el mundo menos quien tenía que verlo", lamentó Iniesta. "El VAR va a ser para mejorar, pero le quitará la espontaneidad al fútbol", dijo Zidane. Otras jugadas parecidas, y que se podrían haber evitado con el VAR, vienen hoy también a la mente del aficionado, como el gol ilegal de Deulofeu al Málaga y el penalti de Lucas a Ramos, en esta Liga, o el Betis-Barça de la pasada campaña y el gol legal anulado al club culé.

El VAR ya está implantado en otras ligas como la Bundesliga alemana, la Serie A italiana o la Ligue1 de Francia. Además de las grandes de Europa, este tipo de tecnología también se utiliza en Portugal, Holanda, Bélgica, Polonia, EE UU, Australia, Brasil, Catar o Turquía, además de en grandes torneos como el Mundial de Clubes o la Copa Libertadores, y en otros deportes (tenis o baloncesto).

El VAR se enseñará al mundo el próximo verano, con motivo del Mundial de Rusia, donde funcionará a pleno rendimiento y donde vivirá su verdadera prueba de fuego.

La Premier inglesa, por su parte, fue pionera en la aplicación del llamado 'Ojo de Halcón', que consiste en un chip en el balón, otro en la portería y un aviso al reloj del árbitro en caso de que el esférico supere la línea de portería.

La aplicación del vídeo para arbitrar jugadas se probó, por primera vez, en el Mundial de Clubes 2016, donde disipó las dudas de muchos reticentes a la tecnología aplicada al deporte rey. ¿Cómo funciona? ¿Cuándo se utiliza?

La propia FIFA (Federación internacional de Fútbol) es la que explica cómo funciona y cuándo se utiliza:

Cómo funciona

Primer paso: El árbitro informa a los asistentes de vídeo, o los asistentes de vídeo recomiendan al árbitro que se revise una decisión o acción.

Segundo paso: Los asistentes de vídeo reproducen las imágenes e informan al árbitro mediante los auriculares de lo que están viendo en pantalla.

Tercer paso: El árbitro decide ver el vídeo en la banda antes de tomar una decisión o el árbitro toma la decisión adecuada basándose en la información proporcionada por los asistentes de vídeo.

¿Cuándo se utiliza el videoarbitraje?

- Goles: La función de los asistentes de vídeo es ayudar al árbitro a determinar si se ha producido alguna infracción que impida conceder el gol. Una vez que el balón ha cruzado la línea de meta, el juego ya se ha interrumpido, por lo que el ritmo del partido no se ve afectado.

- Penaltis: Los asistentes de vídeo garantizan que no se tomen decisiones erróneas relativas a la señalización (o no) de un penalti.

- Tarjetas rojas: Los asistentes de vídeo evitan que se tomen decisiones erróneas en relación con infracciones conducentes a la expulsión de un jugador.

- Confusión de identidad: Sí un árbitro no amonesta o expulsa al jugador que debe, o no está claro qué jugador ha cometido una infracción, los asistentes de vídeo pueden informar al árbitro para que este sancione al jugador que haya incumplido el reglamento.

Como pasa con la mayoría de las cosas, el VAR también tiene cosas a favor y otras en contra que hay que analizar antes de su implantación.

A favor

Es justo para todos. Acostumbrados a hablar de la justicia en el fútbol y, más concretamente, en la Liga española, donde parece que los pequeños sufren los arbitrajes (a favor en la mayoría de las veces) de los grandes, como el Barça o el Madrid, el VAR supondría el fin. La tecnología no entiende de subjetividad y es un sistema en el que todos son iguales.

¿El fin a los insultos a los árbitros? Uno de los males endémicos del deporte rey son los insultos al árbitro, la mayoría de veces originados tras una jugada polémica, haya o no equivocación. Ahora la responsabilidad dejaría de recaer sobre el trencilla.

En contra

El fútbol perdería su esencia. Es el argumento de los detractores del deporte rey. Por un lado, las polémicas propias de este deporte (con los consiguientes fallos -o no- de los árbitros), y, por otra, la esencia del fútbol en la manera de practicarlo. Un deporte rápido y sin parones salvo los establecidos en el reglamento para señalar faltas o cambios. El VAR acaba con la polémica tan propia de este deporte y además lo ralentiza, porque las decisiones tardan en tomarse más de un minuto.

¿Y las tertulias de los bares? El fútbol es también pasión, fervor, debate... y tertulia en el bar. Si se acaba con las jugadas polémicas, con los goles fantasma, con esos errores arbitrales que tanto juego dan... ¿De qué se hablará entonces al día siguiente?