Se agrava el escándalo de la selección colombiana de fútbol por dos denuncias de acoso sexual en la Sub-17

  • Una integrante de la selección asegura tener pruebas contra el técnico, Didier Luna.
La fisioterapeuta detalla su pesadilla en la Selección sub-17 femenina de Colombia.
La fisioterapeuta detalla su pesadilla en la Selección sub-17 femenina de Colombia.
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La fisioterapeuta detalla su pesadilla en la Selección sub-17 femenina de Colombia.

Un escándalo sacude el fútbol femenino colombiano tras la denuncia de acoso sexual presentada por dos integrantes del combinado nacional sub-17.  La fisioterapeuta Carolina Rozo y la jugadora Angie Lizeth Cano han decidido dar un paso al frente para denunciar la situación a la que se encontraban sometidas por el técnico Didier Luna y el preparador físico Sigifredo Alonso.

Rozo asegura que “a raíz de todas las denuncias y todo lo que se ha venido dando en estos últimos días decido salir a hablar, ya que tuve un inconveniente con el señor Didier Luna por acoso sexual y laboral” y admite al programa RED MAS Noticias que tiene pruebas en varias grabaciones que detallan todos estos casos de acoso en la sub 17.

Sobre el inicio de sus problemas como parte del cuerpo técnico de las sub-17, detalla que su primera concentración “transcurrió normal los primeros días pero ya después de unas semanas el señor empezó con unas afectuosidades y cariños hacía mí que no me gustaron y que obviamente me generaron inconformidad y me generaron mucha presión. Yo le manifiesto entonces a una compañera del cuerpo médico que estaba aburrida y me quería ir que no quería volver. Sin embargo como estaba recién llegada, no quise hacer el tema público con el comité ejecutivo por no generar más inconvenientes".

En su escalofriante relato desvela las consecuencias de rechazar a su acosador: "Cuando iba hacía mi habitación después del almuerzo en las horas de descanso el señor me aborda y me dice que me estaba hablando en serio que quería tener algo conmigo y que quería que fuéramos amigos especiales. Por supuesto yo le digo que no que ese no era mi objetivo y él, molesto, me dice que tengo que afrontar las consecuencias. A partir de ese momento todo el cuerpo técnico se viene en contra mía".

La fisioterapeuta no tardó en percibir unas formas muy extrañas de dirigirse a las jóvenes futbolistas: "Yo vengo observando de atrás unas inconsistencias y unas afectuosidades de parte de él con las jugadores como cogerles la cola, acercarles su cara al rostro de él insinuándoles que le dieran un beso, acariciándoles las espalda… En las actividades de recuperación que yo hacía que las niñas salían en top y licra él lo hacía. Todas esas inconsistencias me llevaron a seguir indagando desde lo que me había sucedido a mí y recogiendo pruebas para poner el denuncio".

Lucha por hacer justicia

Carolina informó a su superior, Carlos Ulloa, sobre lo que estaba ocurriendo pero éste le respondió “que no está de acuerdo, que no es posible que pasen estas cosas dentro de la Selección. Me dijo que iba a hablar con su jefe para ver qué podíamos hacer pero nunca pasó nada", reconoce.

También notificó al delegado que representaba a la Federación Colombiana de Fútbol, Jesualdo Morelli, “pero él me dice que no es el momento porque estamos en competición. No pasó nada, la Federación nunca se comunicó conmigo".

Rozo sintió que desde la FCF se le silenció, pero persistió y acudió a la Fiscalía para formular una denuncia oficial. Fue entonces cuando fue amenazada: “Recibí una llamada al siguiente mes en la que me dicen que si yo fui el que puso las denuncias ante el señor Didier Luna y Sigifredo Alonso. No se identificó la persona que me llamó, que afirmó que en dos días iban a mandar a alguien muy duro de la Federación y que donde se enteraran tenía que asumir las consecuencias".

"No sé qué intereses hayan con este señor Luna. Realmente estoy desconcertada de ver que no han tomado acciones con este señor. Este señor lleva mucho tiempo en el fútbol y me aterra pensar que han pasado muchas niñas por manos de él y de pronto han estado en situaciones como las mías y se han quedado calladas. No sé por qué la Federación no ha tomado acciones con el señor Luna y lo mantienen ahí", afirma.

La vídeo-denuncia de dos jugadoras de la selección colombiana absoluta, acusando a la FCF de dar un trato injusto al equipo femenino, fue lo que dio fuerzas a Rozo para denunciar. Ésta quedó “en shock” cuando escuchó la justificación del directivo de la federación Álvaro González Alzate, quien afirmó que las denuncias de acoso sexual eran “afán de protagonismo”.

Carolina confiesa que “no esperaba que él fuera a salir a decir esas mentiras”  porque “denuncias sí hay en estos días ya salió a la luz pública, y estoy saliendo yo a decirlo, a enfrentar y decir ‘señor, sí hay denuncias’”.

Recalca que “sí hay una jugadora afectada, sí estamos siendo afectadas todas físicamente y psicológicamente. Porque el cuerpo somatiza cosas, si a ti te hacen un daño mental el cuerpo va a generar una enfermedad. Entonces no entiendo porque el señor sale con esas cosas tan absurdas que desconocía, no logro entenderlo".

Al preparador físico Sigifredo Alonso lo apartaron de la selección nada más conocerse la noticia, pero a Didier Luna le ofrecieron seguir cuando resolviera sus problemas. Por otra parte, Carolina continúa con depresión diagnosticada, un año después de sufrir todas estas pesadillas, pero decidida a que se haga justicia.

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