La NBA se puso patas arribas el pasado 4 de julio cuando que Kevin Durant anunció su decisión: dejaría los Thunder y jugaría en los Warriors. El terremoto que provoca su cambio es parecido a aquel que se dio cuando LeBron James decidió cambiar Cleveland por Miami en 2010. Es, quizás, el inicio de una dinastía, aunque solo el tiempo dirá si es así o no.

La competición arranca esta madrugada y el gran favorito no puede ser otro que Golden State Warriors. El equipo que batió el récord de victorias en temporada regular (superando nada menos que a los Bulls de Jordan), que cuenta con la gran sensación de la liga (Stephen Curry) y otras dos superestrellas (Draymond Green, Klay Thompson) suma a otro de los mejores jugadores del mundo.

Kevin Durant decidió que quiere el anillo, que en los Thunder lo tenía muy difícil contra equipos como los Spurs, Cavaliers y, sobre todo, Warriors, y decidió hacer suyo el refrán de ‘si no puedes con tu enemigo, únete a él’. Fue una decisión polémica, no exenta de críticas feroces, pero Durantula decidió que, a sus 28 años, era el momento del cambio, de apostarlo todo para lograr el anillo que tanto se le resiste.

Los Warriors son muy favoritos, sí, pero que nadie olvide una cosa: el Rey sigue siendo LeBron James. Su exhibición en las pasadas Finales de la NBA aún permanece en la retina de los aficionados al baloncesto, y la forma en la que doblegó a Golden State con actuaciones casi sobrehumanas deben servir de recuerdo para sus rivales. Los Cavaliers defienden el anillo conquistado el año pasado y lo hacen manteniendo el bloque y confiando en que Irving, autor de la canasta decisiva en el último partido, siga creciendo en su juego y en que Kevin Love dé, por fin, lo que de él se espera.

El tercer gran candidato es el nuevo equipo de Pau Gasol. Sin Duncan, retirado este verano, la llegada del español supone un refuerzo de postín para los San Antonio Spurs, el equipo que practica mejor baloncesto colectivo en el mundo. Kawhi Leonard es ya una estrella consagrada de la NBA y LaMarcus Aldridge puede hacer una pareja casi imparable en la zona junto a Pau.

Cuesta imaginar que haya otro campeón que no salga de esa terna de superequipos, pero hay franquicias con argumentos para plantarles cara. En el Este, la irrupción más destacada en el último año ha sido la de los Boston Celtics, un equipo con mayúsculas que este verano ha sumado una pieza de lujo con Al Horford y que planea ya el asalto al trono de LeBron en la Conferencia. También los Toronto Raptors, aferrados a su dúo letal Lowry-DeRozan tendrán mucho que decir, mientras que los Indiana Pacers de Paul George han logrado una interesante adquisición con Jeff Teague para formar un quinteto impresionante.

En el Oeste, la alternativa puede llegar de Los Angeles Clippers, que vuelven a postularse con su trío Chris Paul - Blake Griffin – DeAndre Jordan.

Y dos equipos representan una gran incógnita: los New York Knicks, que a su líder Carmelo Anthony y su estrella emergente Porzingis han unido a Derrick Rose, MVP en 2011 pero muy castigado por las lesiones; y los Chicago Bulls, que juntan un trío extraño pero con un gran talento: Rondo-Wade-Butler. Desde esta madrugada, se empiezan a desvelar las incógnitas. Que empiece el show de la liga más espectacular del mundo.