El drama de cada día

El Real Madrid se despidió del título liguero con otro mal partido, ante el Betis, al que fue incapaz de marcar un gol.
Ronaldo corre con el balón defendido por Xisco.
Ronaldo corre con el balón defendido por Xisco.
Andreas Comas/Reuters
Ronaldo corre con el balón defendido por Xisco.
Real Madrid 0

Betis 0

Santiago Bernabéu. 75.000 espectadores.

Real Madrid: Iker Casillas, Salgado, Sergio Ramos, Raúl Bravo (Mejía, min 50), Roberto Carlos, Cicinho, Guti, Zidane, Robinho, Raúl (Ronaldo, min 54) y Cassano (Baptista, min 69).

Betis: Contreras, Varela, Juanito, Rivas, Luis Fernández (Nano, min 72), Joaquín (Dani, min 83), Arzu, Rivera (Miguel Angel, min 70), Robert, Edú y Xisco.

árbitro: Pérez Lasa (Colegio Vasco). Amonestó a Varela, Nano y Mejía.

La mejor noticia para el Real Madrid es que la temporada acabe cuanto antes. El último aficionado que aún soñara con disputarle la Liga al Barcelona se despertó ayer ante la cruda realidad: su equipo vaga por el campo, sin orden ni patrón, y muchas veces en inferioridad deportiva. Ayer, durante toda la primera parte ante el Betis –otro que tampoco está para nada– el Madrid jugó con nueve: Zidane y Raúl no la tocaron.

Dejando a un lado su currículum, ni uno ni otro están ahora para jugar.

López Caro volvió a mover todas las piezas para montar un equipo al gusto del Bernabéu. El puzzle que un día deshizo ya no tiene arreglo. Cassano delantero centro, Raúl encajado con calzador en la media punta y Robinho indultado y a jugar. Mientras, Ronaldo lo vería todo desde el banquillo, con Beckham, y Guti cargaría con los galones desde la medular.

El experimento fracasó por completo y en la primera parte sólo Cicinho llevó peligro. Un centro suyo al palo fue lo único noticiable durante esos 45 minutos en los que el Betis no se atrevió a atacar con mucha energía.

Ronaldo por Raúl

Comenzada la segunda parte y sin visos de reacción, Caro optó por el plan B y echó mano de Ronaldo para amainar la tormenta, que cogía forma.  El brasileño sustituyó al inédito Raúl y gozó de la ocasión más clara del partido: un cabezazo que Contreras atajó en la línea de gol.

Poco a poco, el partido fue muriendo de inanición. El Real Madrid perdió la fe y el Betis incluso pudo ganar. No lo consiguió porque allí estaba Casillas para detener el disparo de Robert. Iker siempre está. Y punto final. A once puntos del Barcelona, soñar con la remontada liguera ya no es más que es eso, un sueño.

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