Los Mundiales de natación celebrados en la ciudad surcoreana de Gwangju han quedado marcados por la tragedia. Una discoteca donde estaban varios equipos de waterpolo celebrando el final de la competición ha sufrido un derrumbe, en el que han muerto dos personas y han resultado heridas otras 16.

El suceso se produjo en la madrugada del viernes al sábado, cuando un balcón interior del Coyote Ugly, muy cercano a la villa de deportistas, se vino abajo. De los 16 heridos, 8 de ellos eran deportistas que han participado estos días en la cita mundialista.

Siete sufrían heridas leves y otro sigue hospitalizado por laceraciones en una pierna que han requerido cirugía menor. Según las primeras informaciones, se trata de tres estadounidenses, dos neozelandeses, un holandés, un brasileño y un italiano.

Uno de los deportistas que estaba en la discoteca, un waterpolista neozelandés, contó lo ocurrido en 'Radio Sport': "Estábamos bailando cuando, de repente, nos caímos cinco o seis metros. Después, todo el mundo se precipitó fuera del bar".

La organización del Mundial de Gwangju ha asegurado mediante un comunicado que están pendientes de la situación y que, aunque ocurrió fuera de sus instalaciones, han pedido a todos los competidores y entrenadores que tengan la máxima precaución cuando salgan de la Villa.