Hidratos, proteínas, vitaminas... ¿en qué se basa la dieta de un deportista olímpico?

  • Si una buena alimentación es importante para un normal desarrollo, crecimiento y para mantener una buena salud, para un deportista de élite marca la diferencia.
  • La mayor parte de las dietas de los olímpicos se compone de calorías que duplican a las de una persona con actividad moderada.
  • Las atletas femeninas que deben cuidar mucho su peso para participar en su disciplina.
Batido de proteínas
Batido de proteínas
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Batido de proteínas

Sin duda la comida forma parte de la preparación de los deportistas y, en mayor medidas, de los olímpicos. "Lechuga, pavo y batidos de proteínas" es lo que la mayoría de las personas tenemos en mente cuando escuchamos hablar de dieta deportiva pero estamos muy equivocados.

Los logros de un deportista olímpico están determinados por una serie de factores personales, socio-económicos, culturales y ambientales. La nutrición es uno de los últimos y la puede controlar totalmente cada persona. Si una buena alimentación es importante para un normal desarrollo, crecimiento y para mantener una buena salud, para un atleta de élite la dieta marca la diferencia.

"La dieta afecta al rendimiento deportivo, y los alimentos que elegimos consumir durante el entrenamiento y la competición afectarán al resultado de los mismos. Cada deportista debe ser consciente de sus objetivos nutricionales personales y de cómo puede seleccionar una estrategia de alimentación para cumplir esos objetivos", señalan desde el Grupo de Trabajo sobre Nutrición del Comité Olímpico Internacional (COI).

Para enfrentarse a unos Juegos Olímpicos la preparación viene de mucho antes. No vale con un par de días de esfuerzo. Y, por raro que parezca, la mayor parte de las dietas de los olímpicos se compone de calorías que duplican a las de una persona con actividad moderada, pudiendo superar las 4000 Kcal diarias una mujer que participa en deportes de resistencia y alcanzar las 10000 un hombre en la misma disciplina.

Además, cada especialidad requiere su preparación específica y cada deportista —olímpico o no— sigue uno u otro tipo de alimentación porque, como explican desde el COI, "cada deportista es diferente, y no existe una dieta única que satisfaga las necesidades de todos y en todo momento".

Cuidado con el peso

Hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, vegetales, lácteos, bebidas energéticas, grasas... todo tiene que estar incluído en su dieta. La clave es conseguir la cantidad adecuada para mantenerse saludables y rendir bien.

Los hidratos son los que más abundan en las dietas de los atletas olímpicos ya que son un nutriente clave para aportar energía. Independientemente de las calorías de cada uno, ronda el 55-60% del valor calórico total, mientras que entre un 14 a 19% de las calorías derivan de proteínas y entre 29 y 40% de las calorías son aportadas por grasas, siendo mayor este último porcentaje en los hombres. Por ejemplo, las atletas femeninas que deben cuidar mucho su peso para participar en su disciplina pueden limitar su ingesta de calorías a unas 1500-2000 calorías diarias.

Respecto a micronutrientes, la mayoría de los atletas olímpicos cubre las recomendaciones con su dieta y sólo algunos hacen uso de suplementos para alcanzar la cuota diaria, por ejemplo, de vitamina C. No obstante, si hay algo que caracteriza a los deportistas que participan en los Juegos Olímpicos es que su ingesta de frutas, verduras y zumos se destaca, siendo imprescindible como parte de su cuidado alimenticio.

Y la hidratación es indispensable para el rendimiento tanto físico como mental. La ingesta adecuada de líquidos antes, durante (cuando sea posible) y después del ejercicio físico es importante, especialmente en climas cálidos. Cuando las pérdidas de sudor sean elevadas, es importante reponer la pérdida de sales, especialmente el sodio, pero las necesidades varían entre los deportistas.

Claramente con un entrenamiento intenso y de larga duración cada día, la dieta de los olímpicos debe complementar perfectamente las actividades que realizan y favorecer su rendimiento así como la recuperación a diario.

Además, uno de los mayores temores que tienen los atletas olímpicos es caer enfermos durante  el trascurso los Juegos Olímpicos. Las enfermedades producidas por la alimentación o los malestares gastrointestinales pueden llegar a impedir su participación en las pruebas, por ello los países anfitriones se preocupan por suministrar una dieta adecuada previamente planificada.

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