La edad (tiene 62 años), la salud (en los últimos tiempos se le ve menos por algún achaque y tuvo que operarse de un coágulo en la cabeza hace dos años) y la falta de patrocinadores (vivir paralelamente a las carreras también conlleva sus gastos y no le sobra el dinero) han animado a Dieter Didi Senft a despedirse de las cunetas.

Seguramente el nombre per se no resulte muy conocido, pero a buen seguro una imagen multiplicará a los que reconocen al que se convirtió, desde su irrupción en el Tour de Francia de 1992, en uno de los iconos del ciclismo. El diablo y su tridente, siempre en la cuneta. Un referente sin nada que ver con la proliferación de desnudos y disfraces que le aportan un lado friki a este deporte.

Según informa el diario Bild y recoge Cycling Weekly, el popular animador germano, tras el que está todo un diseñador de bicicletas con varios récords mundiales, abandona su rol en el ciclismo. Demasiados gastos, demasiadas complicaciones; y más tras la renuncia de las televisiones alemanas a cubrir el Tour por todos los escándalos de dopaje que azotaron al ciclismo y apartaron del mismo al teutón Jan Ullrich.

Senft (Berlín, 7 de febrero de 1952) cuelga el tridente y el disfraz que se inspiraron en el italiano Claudio Chiapucci. Presente en la ronda gala, pero también en algún Giro de Italia, alguna que otra clásica y en muchos mundiales, su particular estética fue objeto de culto por aficionados. Eran buenos tiempos en los que tenía apoyos económicos para expandir su rol. E independientemente de todo, nunca rechazó una foto o un autógrafo. Un genio del ciclismo sin dar pedales... aunque fue ciclista aficionado en su juventud.