MacArthur no lo tuvo fácil: sufrió quemaduras en un brazo, su catamarán chocó con un pez grande, padeció una depresión... Seguro que la tentación de abandonar planeó por su cabeza muchas veces, pero continuó. El esfuerzo le ha valido la pena, su nombre pasará a la historia de la navegación y su historia podrá leerse como una de las novelas de aventuras en el mar a las que tan aficionada fue durante su enfermedad (mononucleosis).

Es un ejemplo de que nada es imposible cuando uno tiene clara su meta y lucha por ella. Ellen ni siquiera vivía en un pueblo costero, y ya es toda una mujer de mar. Ahora, la Federación Española de Vela ofrece formar parte del desafío español, que tiene como reto ganar la Copa América 2007. Los que quieran y lo acepten pueden enviar sus datos a www.rfev.es/desafio.html antes del 23 de febrero.