David Villa devuelve al Deportivo en Liga el golpe de Copa

El Valencia se vengó ante el Deportivo de su eliminación en la Copa del Rey devolviéndole el golpe en la Liga con una victoria por la mínima en el estadio de Riazor (1-0) en un duelo sin incidentes en las gradas, pero con polémicas decisiones arbitrales, que decidió la magia de David Villa.

Después de tantas oportunidades para conocerse en las últimas tres semanas, Deportivo y Valencia dejaron los típicos tanteos iniciales para otra ocasión y se pusieron manos a la obra desde que el colegiado madrileño Rubinos Pérez, al que le tocó un rol complicado tras las controversias de la Copa, pitó el inicio.

Quique Sánchez Flores y Joaquín Caparrós dispusieron desde el banquillo planteamientos contrapuestos, y mientras los valencianos se propusieron llevar la iniciativa, los coruñeses, después de un tímido impulso inicial, se conformaron con presionar la salida del balón de los levantinos y esperar a la contra.

El Valencia fue el primero que advirtió de su potencial en una falta lanzada por David Villa, que tuvo el estilete preparado toda la noche, pero José Francisco Molina le respondió desviando el esférico al palo con una excepcional intervención.

La respuesta del Deportivo fue inmediata a través de un contraataque lanzado por el cántabro Pedro Munitis, que colgó el balón al segundo palo para que Víctor Sánchez recortara ante Moretti y, con Santiago Cañizares batido, se encontrara también con el poste cuando todavía no se habían superado los diez minutos de juego.

Un golazo desde el medio campo

Tras una breve tregua, Villa se repuso del primer golpe y sorprendió a Molina con un disparo desde el centro del campo que enmudeció Riazor y generó aplausos incluso entre sus rivales.

Con todo lo que había pasado en la eliminatoria de Copa del Rey, tres minutos después del tanto valencianista, en el veinticinco, Rubinos demostró tanta personalidad como rigurosidad para señalar un dudoso penalti por mano de Albiol, que el Deportivo fue incapaz de aprovechar pese a que dispuso de dos lanzamientos.

Cañizares salvó el difícil escollo ante Víctor, que el pasado miércoles dio al Deportivo el pase a las semifinales de la Copa desde los once metros, acertando en el primer disparo y atajando también el segundo intento del madrileño después de que Rubinos mandara repetir la pena máxima al estimar que el meta se había adelantado.

El Deportivo, dolido por haber perdonado lo imperdonable, evidenció una notable carga cuando el equipo de Sánchez Flores optó por pasar al "plan b" para dejarle el mando del partido, una situación ante la que no pudo reaccionar antes del descanso.

En la reanudación, Caparrós intentó aportar mordiente a su equipo con la entrada de Diego Tristán en detrimento del canterano Jose Manuel Lafuente "Senel", pero el Valencia mantuvo el temple y se sintió cómodo tranquilizando el juego a su antojo ante un Deportivo sin recursos.

Los coruñeses llegaron con cuentagotas al área de Cañizares, pero pese a no crear excesivo peligro, lo cierto es que su empuje debió tener mejor premio en un claro penalti sobre el sevillano Tristán, ante el que Rubinos, quizás compensando la polémica del primer periodo, prefirió mirar hacia otro lado.

El Deportivo despertó con arrebatos y disfrutó de su mejor ocasión a los 75 minutos, con un soberbio remate de cabeza de Arizmendi que Cañizares logró atajar, no sin problemas, para acabar cediendo un saque de esquina.

Caparrós apuró sus opciones con la entrada del canterano Xisco y Tristán volvió a pedir penalti en dos nuevos agarrones de Navarro, pero el marcador no se movió y el Valencia consiguió cobrarse en Riazor su eliminación en la Copa.

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