El año 2008 ha demostrado ser mágico para el deporte español, en el que se ha forjado un nombre destacado a base de esfuerzo y triunfos cosechados en los Juegos Olímpicos de Phelps, Bolt e Isinbayeva en Pekín, la escalada de Rafa Nadal hasta el número uno del mundo, el dominio absoluto en el ciclismo a manos de Contador, Samuel Sánchez y Sastre, así como la consagración de España en fútbol como el mejor equipo del viejo continente.

El gol de Fernando Torres, conseguido en la final de la Eurocopa ante Alemania en el mes de junio, situó a la selección nacional en el lugar que le correspondía tras muchos años de decepciones y tras superar el maleficio de cuartos. Un mes antes, el Manchester United ya era campeón de la Liga de Campeones, tras arrebatarle la final al Chelsea, y el Zenit de San Petersburgo, de la Copa de la UEFA.

Pero esto sólo suponía el comienzo de un verano frenético para el deporte, ya que a esas alturas del año, Contador ya se había vestido de rosa en el Giro de Italia y Sastre se preparaba para asaltar el Tour (lo conseguiría en el mes de julio). En agosto, Samuel Sánchez daría el primer oro olímpico a España con un sprint larguísimo y magistral junto a la Muralla China y pondría en funcionamiento un medallero que en ocasiones no acompañó a los nuestros (como es el caso de natación o atletismo) pero en el que triunfamos en baloncesto, balonmano, hockey hierba, piragüismo, natación sincronizada, gimnasia, ciclismo en pista, esgrima y vela. Apunte a destacar: China superó a Estados Unidos en oros pero no en el total de medallas en los Juegos.

Allí, en Pekín, Phelps batiría el récord de Spitz y pulverizaría todos los pronósticos al colgarse ocho medallas de oro y ser reconocido como uno de los personajes clave de la edición olímpica, junto al mallorquín Rafa Nadal, el jamaicano Usain Bolt y la rusa Yelena Isinbayeva. En Beijing, Rafa estrenaría número uno del mundo del tenis, después de ganar su cuarto Roland Garros consecutivo y su primer Wimbledon, superando en un mano a mano a Sir Roger Federer (acumulaba cinco Wimbledon consecutivos hasta ese momento). No se resintió físicamente, se ganó el calor del público chino y supo engrandecer, más si cabe, el nombre del tenis español al colgarse la medalla de oro en tenis individual y culminar el año con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.

Y los otros dos que supieron ganarse a los aficionados en verano fueron Usain Bolt y Yelena Isinbayeva, el hombre más rápido de la tierra y la mujer que salta más alto. El primero echó por tierra los registros del 100 y 200 metros lisos (dos de sus tres oros) y dejó una sensación agridulce al comprobar que pudo hacer mucho más. Los 9.69 y 19.30 son ya un hito. Por su parte, Isinbayeva se paseó por ‘El Nido', fijó el listón en 5.05 metros (nuevo récord del mundo) y demostró, al igual que Bolt, que nadie de este planeta puede discutirles absolutamente nada.

Ya en septiembre, Contador lograría la Vuelta a España para cerrar un año único en el ciclismo y, entre septiembre y octubre, Brasil se proclamaría campeona del mundo de fútbol sala al imponerse a España en la final.

En diciembre, la Copa Davis volaría de Argentina a España, pese a la ausencia de Nadal por lesión, gracias a la actuación magistral de Feliciano López y Fernando Verdasco, que acabaron con el favoritismo argentino y se trajeron a casa el trofeo con un tanteo de 3-1.

Hamilton, Rossi y Loeb, los más rápidos

2008 suponía el regreso de Fernando Alonso a Renault en Fórmula 1, equipo en el que consiguió sus dos Mundiales, pero la campaña resultó ser un fiasco por el rendimiento de los Renault (quinto en el campeonato), sólo repuntado algo en la segunda mitad del campeonato. Aunque el asturiano nos hizo tocar la gloria una vez más al situarse en lo más alto del podio de Singapur, la primera carrera nocturna de la historia, en un año que su eterno rival, el inglés Lewis Hamilton, fue el más regular y se consagró como el piloto más joven en ganar un Mundial (23 años).

En Motociclismo, Valentino Rossi se erigió una vez más como el mejor piloto del mundo y uno de los mejores de todos los tiempos al alzarse con su octavo campeonato del mundo (sexto en la máxima categoría). Ni el debut de Lorenzo (ilusionó al principio, desilusionó después), ni Pedrosa, ni siquieraCasey Stoner , fueron capaces de frenar al italiano que volvió a conquistar un Mundial tras dos años de sequía. Simoncelli y Di Meglio se llevarían el cuarto y el octavo de litro.

Y en rallies, es importante destacar el quinto campeonato del mundo consecutivo logrado por el francés Sebastien Loeb (Citroen) y el tercer puesto de su compañero de equipo, el cántabro Dani Sordo, antes de la espantada de escuderías (Suzuki y Subaru) por culpa de la crisis económica de cara a 2009.

Gasol rozó el anillo y el oro

En baloncesto, Gasol acentuaría algo más el gusto por lo español en la NBA, al recalar en los Lakers desde Memphis para participar en la final de play-offs que se decantaría de parte del mejor equipo de la Liga, Boston Celtics.

Ya en verano, el revuelo por el baloncesto español era tal que nos permitimos el lujo de disputar la final de los Juegos Olímpicos a Estados Unidos con arrogancia, sin fortuna y con un arbitraje adverso, lo que nos valió una muy digna medalla de plata.

Por suerte, ese carácter ganador de los españoles se ha mantenido tras el verano en la mejor liga del mundo, con el caluroso recibimiento de Rudy Fernández y el descaro de Sergio Rodríguez en Portland, la prometedora carrera de Marc Gasol en Memphis, la efectividad de José Calderón en Toronto y, por qué no, el merecido anillo de Pau Gasol en la NBA.

En 2009, ¿hay posibilidad de que España tenga un año tan laureado? Habrá que esperar para comprobarlo.