La presión social ha hecho “dar marcha atrás” a la empresa Decathlon ante el inminente lanzamiento de una de sus últimas novedades. Y es que el primer distribuidor mundial de ropa y artículos de deporte anunció la introducción de un hiyab (velo islámico)  deportivo en las 1.500 tiendas que posee en 50 países de cinco continentes.

Se trata de un velo para musulmanas que hacen deporte y son corredoras aficionadas, un producto similar a los que ya comercializan marcas como Dolce&Gabbana, Marks&Spencer y H&M.

La compañía Nike también vende su propia versión de hiyab deportivo, llamado 'Pro hiyab' y fabricado en poliéster con agujeros diminutos que facilitan la respiración de la piel. El gigante americano presentó el producto en el Día Internacional de la Mujer con la patinadora emiratí Zahra Lari como protagonista.

No obstante, Decathlon ha decidido no comercializar el producto en Francia solo unas horas después de anunciar el lanzamiento, al encontrarse con una avalancha de críticas y amenazas.

Algunas de las críticas más duras llegaron desde el lado conservador de la clase política francesa. La ministra de Sanidad, Agnès Buzyn, mostró su rechazo al velo deportivo de Decathlon: “Se trata de una decisión que no puedo compartir. En tanto que mujer, lo vivo como una agresión. Toda decisión que alimenta la diferenciación cultural, social o religiosa me molesta. Hubiese preferido que una empresa francesa no promueva el velo islámico”.

La tensión fue creciendo en las redes sociales y también en los propios establecimientos, en los que se llegaron a registrar amenazas “a veces físicas” a los empleados. Así lo aseguró la compañía a través de sus redes sociales, donde denunció "una oleada de insultos y amenazas sin precedentes" y aseguró que en solo unas horas recibieron más de 500 correos electrónicos y llamadas de protesta.

"Traicionáis los valores de la República francesa. Avergonzáos. Contribuís a la invasión islamista. Acabaréis junto a esta chusma en los hornos en Polonia", señala uno de los mensajes amenazantes recibidos y publicados por Decathlon, quien pide calma y que cesen las amenazas.