La norma de los directivos deportivos cubanos de
no hacer comentario alguno sobre las deserciones se mantuvo una vez más dentro de la selección de fútbol sub'23 que participa en el torneo Preolímpico de la Concacaf.
Desde el pasado martes y miércoles por la noche
siete jugadores que formaban parte del equipo nacional de Cuba abandonaron el hotel donde se encuentra la delegación isleña para quedarse en Estados Unidos.
La delegación cubana después que completase el equipo su segundo partido del torneo dentro del Grupo A contra Honduras, que disputó con sólo 10 jugadores, y perdió por 2-0, se limitó a destacar "el
gran esfuerzo que habían hecho en el campo los seleccionados" y a asegurar que
continuaban en la competición.
De hecho, nadie dentro de la delegación cubana ha mencionado ni dado a conocer los nombres de los jugadores que abandonaron al equipo y que se trata del portero
José Manuel Miranda, los defensas,
Erlys García, Yenier Bermúdez, Loanni Cartaya y
Yendry Díaz junto con centrocampista
Yordany Álvarez y delantero
Eder Roldán.
Aunque Cuba ya está eliminada, lo mismo que Panamá, su próximo rival, el combinado nacional isleño sigue con el programa inicial de completar el torneo y más que para mañana, sábado, van a contar ya con 11 jugadores ya que el delantero Roberto Linares volverá una vez cumplido el partido de suspensión por expulsión ante Estados Unidos.
El entrenador del equipo cubano, Raúl Rodríguez, dijo que seguiría trabajando con normalidad de cara al partido contra Panamá y que saldrían al campo con la ilusión de conseguir la victoria.
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