Rafael Nadal, número 1 español, no falló y, con su triunfo ante Daniele Bracciali, número 2 italiano tras sustituir a Potito Starace, por 6-3, 6-2 y 6-1, en 2 horas y 14 minutos, ha establecido la igualada en la eliminatoria de la Copa Davis, permanencia en Grupo Mundial, entre Italia y España.

El partido entre Nadal y Bracciali, que salió a la pista ante la fiebre que aqueja a Starace, duró sólo tres juegos: los que precisó el balear para despejar cualquier duda, cualquier nueva sorpresa, y plasmar su total superioridad sobre el italiano.

El comienzo del partido hizo soñar a Bracciali, y a los italianos, pues se situó con un favorable 2-0 y 15-40 sobre saque de Nadal. Ahí terminaron las ilusiones locales.

El balear puso sobre la pista todo su potencial, que es muchísimo, y barrió a un rival que ya se supo más que impotente. Tras un 3-2, Nadal sumó cinco juegos consecutivos, lo que le dio el primer set (6-3) y un 2-0 en el segundo.

La segunda manga, luego, la resolvió rápido, pues conservó su saque con comodidad y volvió a romper el del italiano en el séptimo; se lo anotó por 6-2.

En la tercera manga siguió el paseo de Nadal, muy aplaudido también por un público italiano, en esta ocasión de Torre del Greco (Nápoles), que le tiene como uno de sus ídolos, pese a ser rival.

El español se anotó la manga con un arrollador 6-1, además cerrando sobre servicio rival y dejando claro que está imparable y el largo viaje de Pekín, la diferencia horaria o el cambio de superficie de pista, no le afectan.

Nadal ha igualado la eliminatoria y ha ganado a un rival con el que mañana se las verá de nuevo en un partido de dobles que ha adquirido gran importancia.

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