Ni Iturralde González, en la ida, ni Megía Dávila, en la vuelta, han apuntalado la imagen de un estamento arbitral que, se percibe, ha perjudicado al Valencia en Copa. Dos penaltis dudosos (un agarrón en un córner en Riazor y un forcejeo en Mestalla), uno por cada partido, que han hecho mella en el valencianismo.

Borrón y cuenta nueva

La derrota, por el cómo, ha dolido en Valencia. «La única forma de sacarnos de la eliminatoria era ésta», sentenció Quique Flores refiriéndose al penalti sobre Senén. «Me siento estafado», declaró un indignado David Albelda. «Megía Dávila tiró el partido por el aire», afirmó el presidente valencianista Juan Soler.

Precisamente, Soler anunció ayer que la Federación le ha comunicado que «de oficio se va a actuar contra la manera de proceder del presidente del Deportivo». Puede salirle caro a Augusto César Lendoiro el haber acudido a la justicia ordinaria.

Estoy satisfecho con mi actuación. Sanciono lo que veo en el campo y allí no tengo un monitor» Megía Dávila Árbitro

No me gusta que los colegiados nos desafíen o salgan riendo. He visto una actitud que me desagradó» Quique Flores.

Técnico del Valencia.

No valoro si esto nos pasará factura o no, pero no vamos a dejar que nos den por todos lados» Juan Soler Presidente del Valencia.