La cara... El club más rico

Saneamiento: El Real Madrid arrastraba una deuda de 277 millones de euros, que fue cancelada con el famoso ‘pelotazo’ por la venta de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del club, en 2001. El Real Madrid ingresó en aquella operación 480 millones de euros.

Estadio: Desde su llegada a la presidencia, Florentino Pérez ha invertido 66 millones de euros en la modernización del Santiago Bernabéu. Estaba en proyecto cubrir la totalidad del estadio.

‘Merchandising’: El Real Madrid ingresó la pasada campaña 124 millones por la venta de productos relacionados con su imagen. El triple que hace seis años, según la empresa auditora Deloitte.

Ingresos: Deloitte también asegura que el Madrid ha superado al Manchester United como club con mayores ingresos del mundo. El año pasado facturó 276 millones.

Nuevos mercados: Las repetidas giras mundiales del primer equipo han propiciado que el Madrid sea el club de fútbol más conocido en países como China, Japón o Estados Unidos.

Salarios: El Madrid cobra parte de los derechos de imagen de sus galácticos, logrando que éstos financien indirectamente parte de su propio salario.

Ciudad deportiva: La nueva Ciudad de Valdebebas, impulsada por Florentino, fue inaugurada en 2005 y ha recibido elogios de la UEFA.

... y la cruz el vestuario más pobre

Falta de confianza: Los jugadores siempre vieron a Florentino como alguien distante, que no bajaba al vestuario. «Una empresa no es un equipo de fútbol, porque aquí entra en juego el factor personal», declara Ricardo San Pablo, experto gestor de recursos humanos.

Liderazgo unipersonal: «Se creyó un mesías, sin delegar en los ejecutivos que tenía por debajo y creyéndose poseedor de la verdad», dice San Pablo. Decisiones como la venta de Eto’o o de Makelele responden a ese perfil de líder.

Contra la economía: En cualquier escuela económica, te enseñan a buscar la rentabilidad. En  el Madrid, era Del Bosque, pero Florentino acabó con el principio básico.

Desunión: El vestuario del Real Madrid nunca hace comidas de grupo o cenas. El propio Sergio Ramos criticó la falta de unión: «Cuando marqué mi gol, parece que lo había marcado el Mallorca».

Primero, el ‘marketing’: Cuenta una historia que cuando a Florentino le ofrecieron fichar a Ronaldinho, declaró:  «Es feo y no vende camisetas». Y acto seguido, fichó a Beckham.