La Comisión Europea (CE) considera que "la obligación de llevar bikini, impuesta a las mujeres que jueguen balonmano playa, podría constituir una discriminación por motivos de sexo", según ha desvelado este martes la eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao. La europarlamentaria jeltzale denunció el pasado julio ante la CE "la normativa sexista elaborada por la Federación Europea de Balonmano" porque, en su opinión, vulneraba "los principios de igualdad", además de resultar "sexista" y primar "el aspecto de las jugadoras sobre sus capacidades técnicas".

Bilbao promovió esta iniciativa, de forma conjunta con el Instituto Vasco de la Mujer, a raíz de la polémica suscitada por la advertencia de la Federación Española de que el próximo año no permitiría jugar a los clubes que no asumieran la normativa europea de disputar los partidos en bikini. El anuncio llevó a la Federación Vasca a plantearse la posibilidad de continuar en la competición estatal si se mantenía la norma, aunque el Consejo Superior de Deportes (CSD) zanjó poco después la controversia en nuestro país, al permitir a las jugadoras elegir sus equipaciones cuando jueguen en competiciones nacionales.

En este contexto, el Ejecutivo comunitario ha respondido ya al requerimiento que le cursó Bilbao el pasado julio y la institución europea mantiene ahora que "la obligación de llevar bikini, impuesta a las mujeres que jueguen balonmano en la playa, podría constituir una discriminación por motivos de sexo". No obstante, la CE aclara que "no es competente para intervenir en un asunto que no puede considerarse una infracción del Derecho de la Unión por un Estado miembro", ya que los responsables de la competición son los rectores la Federación Europea de Balonmano, que es una entidad privada.

De acuerdo con sus estatutos, "cualquier litigio derivado de sus actividades se someterá a la jurisdicción del tribunal competente de Viena y se regirá por el Derecho austríaco". La Comisión recuerda también que "la igualdad entre hombres y mujeres es uno de los valores fundacionales de la Unión Europea". Por este motivo, Izaskun Bilbao cree ahora que, "en caso de recibir una reclamación", los tribunales austríacos "deberían considerar esta norma contraria a las normas europeas, porque tanto en la Carta de derechos fundamentales como en dos directivas ya traspuestas por Austria se condenan estas conductas".