Los clubes de balonmano, que serán vetados por la Asobal en caso de mala situación económica, serán regidos por un protocolo de control y transparencia económica para intentar fiscalizar y controlar los desajustes que tengan actualmente, según el contrato que firmaron este miércoles representantes del Consejo Superior de Deportes, la Federación Española de Balonmano y la Asociación de Jugadores.

El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, el presidente de la Real Federación Española de Balonmano (RFEB), Francisco Blázquez, y el presidente de la Asociación de Jugadores de Balonmano (AJBM), Ignacio Malumbres, fueron los encargados de firmar el contrato que permitirá conseguir un balonmano "saneado a corto plazo".

Después de la desaparición del Balonmano Atlético a principios de julio, debido a las dificultades económicas que atravesaba el club, ahora las instituciones implementarán un mecanismo que evitará que caigan en esa situación "controlando los desajustes" de los clubes.

Malumbres aseguró que esos mecanismos se tratan de la "austeridad y equilibrio presupuestario" que buscarán evitar situaciones que ya se han dado en los último años. Por lo que el "objetivo prioritario será el pago de la deuda"  y "evitar el crecimiento de déficit".

El protocolo establece la creación de una comisión paritaria, que tras las auditorías correspondientes, ejercerá labores de seguimiento y control, por lo tanto, la próxima temporada los clubes estarán sometidos a un sistema de control económico y deberán remitir a esa comisión una información trimestral que permita evaluar la ejecución presupuestaria.

"Queremos lograr una estructura fuerte para que el balonmano se consolide y crezca. Este deporte ha demostrado que va a estar entre los primeros países del mundo y tenemos que conseguir que sea económicamente viable, es mirar hacia adelante. Es un primer paso", manifestó Cardenal tras la firma.