Roger Federer hizo historia el domingo en Hamburgo, y no por sumar el decimocuarto título de Masters Series de su carrera, sino porque cortó la impresionante racha de victorias de Rafa Nadal sobre tierra batida.
La victoria sobre Nadal, algo que Federer perseguía desde hace tiempo, llega a una semana del inicio de Roland Garros, justo a tiempo para sembrar dudas en el español.
Federer se ha quitado un fantasma de encima. No encontraba el suizo la tecla para derrotar al español y ya comenzaba a desesperarse.
En las últimas semanas el número uno mundial se había buscado un clon de Nadal, un francés, el mejor jugador júnior del momento, zurdo y con un golpe liftado como el del español, para entrenar.
Según contaba el diario El Pais en su edición del domingo, Federer le pedía a este jugador júnior que le jugara "a lo Nadal" en los entrenamientos.
Al final Federer ganó y queda la duda: ¿ha encontrado el suizo la fórmula para ganar a Nadal? ¿Será capaz de repetirlo en Roland Garros?
La respuesta llegará en apenas tres semanas, el 10 de junio, el día de la final en París, pero un primer análisis del partido de Hamburgo puede aclarar algunas cosas.
El propio Nadal reconoció tras el partido que Federer le había "pasado por encima". Veamos por qué:
- Cansancio físico y mental. Nadal reconoció tras el partido que llegó a Hamburgo sin la preparación suficiente, sin tiempo apenas para descansar después de su triunfo en Roma. Ni física ni mentalmente. Nadal arrastra mucho cansancio mental después de un mes muy intenso en el que apenas ha soltado la raqueta (Montecarlo, Conde de Godó, Roma, Hamburgo): en cada entrevista, en cada rueda de prensa, a Nadal le preguntaban por su récord de victorias y eso cansa. Quizá esta derrota sea una liberación.
- Federer lleva 14 partidos menos esta temporada. Federer llegó más descansado a Hamburgo. El suizo lleva 14 partidos menos este año y su prematura eliminación en Roma le dio un margen de seis días de descanso extra para preparar el torneo alemán.
- Gran juego de revés de Federer. Nadal utilizó la misma estrategia de siempre ante el suizo: obligarle a jugar mucho con el revés y luego abrirle el juego a la derecha para que Federer quedara desplazado. Pero en esta ocasión el revés de Federer fue muy efectivo. El suizo no sólo se defendió, sino que atacó con el revés, con la derecha y dominó el centro de la pista, por lo que pudo utilizar más su juego de volea en la red. Además, físicamente se le vio muy bien: en los desplazamientos laterales estuvo rápido y efectivo.
- Las condiciones de la pista. Aunque es cierto que la pista es igual para todos, la de Hamburgo presenta un aspecto más seco y el bote es más alto que en otras, como la de Roland Garros, por ejemplo. Dentro de la tierra, la de Hamburgo es de las que más beneficia al suizo.
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