Toda la semana hablando de la pareja Ronaldo-Messi para que, en el día clave, los actores secundarios sean los que marquen la diferencia en el clásico.

Entre aquellos no llamados a ser protagonistas a priori, destacaron tres. Y los tres, del Barça. Si bien es cierto que el Real Madrid por completo anuló al equipo catalán en la primera parte, en el cómputo global del partido hay que destacar, individualmente, a Puyol, Ibrahimovic y Pep Guardiola.

El central del Barça fue el hombre del clásico. Un muro en defensa, apenas tuvo un fallo atrás. Siempre muy serio, salvó además tres ocasiones de gol de los blancos rechazando el balón cuando éste llevaba la marca del gol.

Si el capitán culé fue el tormento del Madrid en defensa, en el ataque fue Ibrahimovic. Sólo diez minutos le han bastado al sueco para que la grada del Camp Nou tenga un nuevo ídolo. En su primer balón, con un remate inapelable, consiguió romper la defensa blanca para echar por tierra todo el trabajo del primer tiempo.

Y en los banquillos, Guardiola se llevó el gato al agua. Supo leer mejor el partido. Sacó su 'as' (Ibrahimovic) de la maga y rompió el clásico. Por su parte, Pellegrini volvió a ser discutido. Cuando el Barça se quedó con diez, no supo dar consistencia al centro del campo. Sacó a Benzema y a Raúl, con lo que facilitó el trabajo a Xavi y a Iniesta. El Madrid, curiosamente, desapareció.

Messi y Ronaldo, ni frío ni calor

Ambos llegaron a ser duda hasta casi última hora, pero tanto Cristiano Ronaldo como Leo Messi estuvieron de inicio en el gran clásico. Sin embargo, y a pesar de que todos los focos se centraron en ellos, los cracks no deslumbraron como lo han hecho otras veces.

El portugués sólo jugó 1 hora por prescripción médica. Suya fue la jugada que pudo cambiar el rumbo del partido. Mano a mano con Valdés, que rechazó el portero. El crack luso perdonó al Barça.

Tampoco estuvo acertado de cara al gol Messi. Si bien lideró el ataque del Barça, en los últimos metros no remató la faena. Pudo sentenciar con el 1-0, pero Iker le sacó el balón.

Busquets, Pellegrini y Marcelo, la cruz

Marcelo hizo uno de los peores partidos de esta temporada. Flojo en ataque y muy desubicado durante todo el partido, no fue capaz ni de devolver el balón en condiciones. Además, tuvo una gran ocasión de gol, pero estuvo lento.

Por su parte, Busquets fue expulsado por inexperto. El centrocampista pecó de pardillo y dejó a su equipo con diez por una mano tonta en el centro del campo contra todo un Real Madrid. En ese momento, dio la impresión de que el Barça sufriría con un jugador menos, pero ya se encargó Pellegrini, con sus cambios, de poner remedio a los males culés.