La Unión Ciclista Internacional (UCI) consideró "muy positivas" las recientes confesiones de ex corredores del equipo alemán Telekom e invitó "a todos los demás corredores que se hayan dopado y a todas las personas que les han animado a hacerlo, en todo el mundo, a que a su vez confiesen".

"La UCI ha conocido la confesión de los antiguos corredores del equipo alemán Telekom Erik Zabel , Rolf Aldag y Bjarne Riis, que se unen a las de los dos médicos de la misma formación y de tres de sus compañeros de la época", indica la nota a modo de introducción.

Para la UCI, "las confesiones que proceden de Alemania y Dinamarca demuestran que hoy las lenguas se sueltan, lo que es muy positivo (...). La ley del silencio debe ser rota y todos han de asumir plenamente todas las consecuencias de sus actos".

Respecto a la confesión de Bjarne Riis, vencedor del Tour de Francia en 1996, la UCI, "a pesar de la prescripción prevista por el Código Mundial Antidopaje, invita firmemente al ex corredor a devolver el maillot amarillo, símbolo de su victoria".

"Los acontecimientos de estos últimos meses no son fruto del azar", añade la Federación. "El mundo del ciclismo se mueve y la UCI, como en el caso de la "Operación Puerto", es muy activa, con todos los medios de que dispone, para aumentar la presión sobre las personas implicadas".

"El ciclismo ha llegado a un punto decisivo" 

Según Pat McQuaid, presidente de la UCI, "el ciclismo ha llegado a un punto decisivo, porque si el pasado y el presente juegan en su contra, existe ahora una fuerte voluntad de la mayoría de sus actores para cambiar las cosas".

"El ciclismo", asegura, "está en una fase de autocrítica fundamental, base necesaria para llegar a una situación más sana. El proceso en curso debe llevarnos a un nuevo ciclismo, con un nuevo espíritu entre los corredores, managers, directores deportivos y médicos de equipo, que habrán sacado las conclusiones de las experiencias negativas del pasado. Yo soy muy optimista y exhorto a todos los actores de nuestro deporte a colaborar".

La UCI agradece a los patrocinadores que apoyen ese esfuerzo, al tiempo que reconoce "las incomodidades que les causan las investigaciones en marcha".