Dwain Chambers pensó en el suicidio tras ser suspendido por dopaje

  • El atleta británico dice que, a estas alturas de la vida, no sabe si "debería reír o llorar".
  • A sus 30 años, acaba de escribir su autobiografía.
  • El velocista fue inhabilitado a perpetuidad para participar en los Juegos por el Comité Olímpico Británico.
Una imagen de archivo de Dwain Chambers.
Una imagen de archivo de Dwain Chambers.
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Una imagen de archivo de Dwain Chambers.

El atleta británico Dwain Chambers confiesa que llegó a pensar en el suicidio en plena crisis tras ser suspendido por dopaje en 2003, y que en los seis últimos años ha tenido la sensación de estar luchando por salir de una tumba.

Chambers declaró a The Guardian que a estas alturas de su vida no sabe si debería reír o llorar. "Fui suspendido y, sin estudios y sin trabajo, parecía que no me quedaba nada por hacer", de ahí que empezara a tatuarse todo su cuerpo con dibujos y frases.

Con 30 años, Chambers acaba de terminar su autobiografía, que le ha exigido un ejercicio de introspección. "Todos llegamos a encrucijadas en la vida, y si tomas el camino equivocado tienes problemas. Normalmente encuentras la vía de regreso pero en mi caso fue distinto, me dejó paralizado. Es como si hubiera estado tratando de salir de una tumba los seis últimos años".

Todos llegamos a encrucijadas en la vida, y si tomas el camino equivocado tienes problemas

El velocista, campeón de Europa de 100 m en Munich 2002 aunque desposeído del título tras descubrirse después su dopaje por tetrahidrogestrinona (THG), regresó a la competición y en 2008 consiguió en Valencia la medalla de plata en los Mundiales en pista cubierta, pero el Comité Olímpico Británico le ha inhabilitado a perpetuidad para participar en los Juegos.

Chambers confiesa que en los peores momentos de su crisis llegó a pensar en el suicidio. "Creo que todos lo contemplamos en algún momento de nuestras vidas, y yo lo hice. La idea estaba ahí en mi cabeza, pero rápidamente pensé que no podía hacerlo. Estaba al principio de mi sanción y me preguntaba ¿qué demonios voy a hacer? No me quedaba nada, ningún objetivo, nada, pero desde entonces he estado tratando de rehacer mi vida".

Su vida sufrió un irreparable quebranto en el aspecto deportivo pero también en el económico porque ha tenido que devolver todos los premios que había cobrado durante el período en que confesó haber utilizado drogas para mejorar su rendimiento.

"Es duro pero al menos ahora puedo mirarle a la gente a los ojos. Si no hubiera sido tan honrado al declarar desde cuánto tiempo antes llevaba haciendo esas prácticas, no habría sufrido un golpe tan duro económicamente, pero ahora me siento más fuerte".

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