Un punto menos y una carrera menos. Fernando Alonso estrechó ayer el cerco sobre su compañero Lewis Hamilton, a quien recortó un punto en la pelea por el Mundial de Fórmula 1. El asturiano terminó tercero en el GP de Bélgica, por detrás de los dos Ferrari, y dejó fuera del podio al inglés, cuarto. «Estoy satisfecho porque acabar por delante de Hamilton es ahora mi única prioridad. Si en las tres carreras que faltan quedo por delante de él, seré campeón», aseguró Alonso.

La carrera de ayer en Spa se decidió en la salida, donde los dos pilotos de McLaren mantuvieron una espectacular batalla. Primero fue Hamilton, cuarto en la parrilla, quien atacó y logró adelantar a Alonso, que salía tercero, en la primera curva.

El español no se rindió tan fácilmente y devolvió el golpe a su socio en el siguiente giro, que terminó con el monoplaza del inglés pisando la hierba. Mientras los dos luchaban sobre el asfalto, el jefe de McLaren, Ron Dennis, apretaba los dientes viendo en las pantallas cómo sus dos pilotos se jugaban terminar en la cuneta.

El inglés se cabrea

Al acabar la carrera, Hamilton mostró su enfado con Alonso: «Él siempre está quejándose de las maniobras antideportivas de los demás y quiere que todos seamos limpios. No diría que su salida no fue limpia, pero sí dura». El piloto británico estuvo a punto de hablar más de la cuenta al reconocer que la semana había sido difícil por la sanción por espionaje impuesta a su escudería: «Ha sido una semana más dura para mí que para Fernando porque... no diré nada más».

Sin McLaren en el Mundial de marcas, Ferrari se hizo con el título matemáticamente al firmar un doblete con Raikkonen, primero, y Massa, segundo.