Los resultados apuntalan el ánimo y refuerzan la confianza. Los de la triatleta catalana Carolina Routier atraviesan un momento dulce después de su medalla de plata en la Copa Panamericana de Triatlón que se celebró semanas atrás en Sarasota (Florida). Un podio que refuerza su triunfo en el arranque del año en el Campeonato Iberoamericano de Viña del Mar (Chile), donde se colgó el oro por delante de la brasileña Pamela Oliveira y la canadiense Brault. "Quiero consolidarme en las carreras de máximo nivel,  en las Series Mundiales y en la Copa del Mundo, así como terminar el año bien posicionada en el ranking ITU para poder empezar con garantías la clasificación olímpica en 2014", esboza para 20minutos.es.

Routier, pareja del también triatleta Mario Mola, quien fue segundo en la primera prueba de las Series Mundiales de Triatlón tras el gallego Javier Gómez Noya, se encuentra con el mallorquín entrenándose en tierras estadounidenses bajo la tutela del hombre, Joel Filliol, que impulsó la carrera de los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee.

"Iniciar la experiencia americana vino de la mano de un cambio de entrenador. Mario y yo considerados que en el 2013 podíamos permitirnos un cambio de aires, y así poder afrontar con más fuerzas los próximos Juegos Olímpicos. Ambos empezamos a entrenar con el prestigioso entrenador Joel Filliol. Y a inicios de este mismo año nos incorporamos a su grupo de entrenamiento en Florida", explica. Mola también ha cosechado buenos resultados en este período.

Forjada en la natación, la de Banyoles está satisfecha con sus progresos: "Estoy muy contenta con mi progresión como triatleta. La verdad es que sí he notado mucha mejoría tanto en la bici como en la carrera a pie. Al venir de la natación, adaptarme a estas disciplinas implica un proceso que requiere mucha paciencia y optimismo, pero que cuesta menos con ilusión. Compartir entrenamientos con Mario es un lujo: me exijo más en cada sesión y siempre aprendo".