El caos encumbra a Sagan en el Tour y aleja a Valverde del podio

  • Un accidente a 25 kilómetros de meta atrapó a 40 corredores y fragmentó el pelotón dejando a varios de los favoritos cortados.
  • Sagan consiguió al sprint su tercera victoria de etapa.
  • Cancellara se mantiene líder con siete segundos de ventaja sobre Wiggins y Nibali antes de la primera jornada de montaña.
El holandés Bauke Mollema, del Rabobank fue uno de los 40 ciclistas involucrados en la caída a 25 kilómetros de la meta de este viernes.
El holandés Bauke Mollema, del Rabobank fue uno de los 40 ciclistas involucrados en la caída a 25 kilómetros de la meta de este viernes.
Jorick Yansens / EFE
El holandés Bauke Mollema, del Rabobank fue uno de los 40 ciclistas involucrados en la caída a 25 kilómetros de la meta de este viernes.

El eslovaco Peter Sagan (Liquigas) firmó el triplete en su debut en el Tour de Francia con otra exhibición al esprint que le llevó a la victoria en sexta etapa disputada entre Epernay y Metz, de 207,5 kilómetros, jornada marcada por una montonera que alejó a Alejandro Valverde (Movistar) en 2.08 minutos respecto a los favoritos y mantuvo a Fabian Cancellara de líder.

Tercera etapa para 'Tourminator', de 22 años, implacable de nuevo en la recta de llegada, esta vez en un esprint reducido por la caída que 25 kilómetros antes marcó el día, eliminando a varios candidatos del esprint y algunos nombres de la general, como Valverde (Movistar) y Frank Schleck, entre otros.

Sagan derrotó al alemán Greipel (Lotto) y al australiano Matthew Goss (GreenEdge), no ha Cavendish, que quedo atrapado en el caos. Pero mientras el eslovaco irrumpía con el maillot verde, el Tour vivía momentos trascendentes. A 4 segundos llegaron vivos el líder Cancellara y los principales favoritos: Wiggins, Evans, Nibali, Menchov y Samuel Sánchez.

Valverde y Franck Schleck quedaron cortados y les tocó perseguir. Cedieron 2.08 minutos y fueron los grandes derrotados junto al holandés Robert Gesink, que perdió 3.08. Un palo fuerte para los tres en una jornada de teórica transición, un golpe  que prácticamente les elimina de la lucha por el podio, en vísperas de la llegada de la montaña, terreno más propicio para los tres en su lucha contra los contrarrelojistas, favorecidos en la presente edición.

Fuga controlada

La jornada ofrecía la tercera oportunidad consecutiva para los esprinters antes del fin de semana marcado por la montaña, y de inicio fue un calco que las dos anteriores. La fuga la propuso el estadounidense David Zabriskie (Garmin) apenas se descorchó la etapa en Epernay, la capital del champán. Uno de los presuntos delatores de Lance Armstrong se llevó a su rueda al belga Zingle (Cofidis), al italiano Malacarne (Europcar) y al holandés Kroon (Saxo).

El pelotón no permitió que se les fuera la fuga de las manos, como casi le ocurre en la víspera, sobre todo gracias al trabajo del Radioshack del líder, el Shimano de Veelers y el Orica de Goss, que aún no se han estrenado.

El pelotón se rompe

Mientras se consumaba la caza, las caídas tomaron el protagonismo. Si bien el primer accidente se produjo ya en la neutralizada con un buen golpe para Van den Broeck, uno de los hombres a seguir, el segundo, coincidiendo con la Cota de Buxieres (4a,km 145), dejó maltrecho a Greipel, que aspiraba a su tercera victoria. Su director lo descartó para el esprint, un farol, pues el de Rostock resucitó para ser segundo al final.

El momento caótico llegó a 25 de meta. Monumental montonera que afectó a 40 corredores, "algo espectacular que me ha puesto los pelos de punta", resumía en meta Luis León Sánchez. Cortes en el pelotón, que queda dividido en mil pedazos. Por delante se marchan Wiggins, Evans, Menchov, Nibali y Evans. En el amasijo de bicicletas y entre gritos de dolor quedan atrapados Valverde, Schleck, Hesjedal y Gesink.

Carrera destrozada, de supervivencia hasta Metz. Por delante el Lotto anuló la fuga a 1,3 de meta, con Greipel como nuevo; por detrás el grupo de Evans volaba para eliminar rivales, y en el grupo de Valverde, Juanjo Cobo se dejaba la vida para limar tiempo.

Bajas en el Euskaltel

El desenlace fue glorioso para Sagan, que levantó los brazos por tercera vez y reforzó los cimientos para llevarse en París el maillot verde, un alivio para Wiggins, Evans y compañía, por salir ilesos de la caprichosa lotería de las caídas, y un tormento para Valverde, cuyos objetivos cambiarán a partir de ahora. El sueño del podio podría dar paso al de la caza de etapa.

También fue un día aciago para el Euskaltel Euskadi, que sufrió un calvario con tres corredores. Mikel Astarloza, con fractura de codo, y Amets Txurruka, de clavícula, abandonan el Tour, mientras que Gorka Verdugo, con un golpe muy fuerte en la tibia y herida abierta tiene muy complicado seguir en carrera.

Cancellara partirá con siete segundos de ventaja sobre Wiggins y Nibali en la séptima etapa, primera cita con la montaña y estreno de los finales en alto. El recorrido entre Tomblaine y La Planche des Belles Filles, de 199 kilómetros incluye dos puertos de tercera y uno de primera, que coincide con el ascenso final de 5,9 kilómetros al 8,5 por ciento de desnivel.

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