Desde hace una semana Ainhoa Murua y Fernando Alarza son los campeones de España de triatlón. La diploma olímpico guipuzcoana (1978) ya sabe qué es subir a lo más alto, no así el talaverano (1991), oro mundial júnior en 2010.

Murua y Alarza comparten orígenes acuáticos. "Siempre practiqué natación", recuerda la de Zarautz. "Nadaba desde los 5 años –aporta Alarza–, pero a los 17 las piscinas ya no me motivaban". Pero también los une un debut sufrido. El de Murua fue en Coria (Cáceres): "Hacía mucho calor. Corriendo, cuando me quedaban 200 metros para la meta, me desplomé. Me desperté en el hospital. Tardé un tiempo en contarlo en casa".

Alarza no lo pasó mejor: "Fue en Hellín. La natación se me dio bien, pero el resto... casi me desmontan los boxes. Lo acabé como pude. Lo pasé fatal. Y sin embargo, me sedujo".

Este deporte llegó a la vida del toledano por un consejo amigo. En Murua caló gracias al prestigioso Triatlón de Zarautz. "Sentía envidia. Lo tenía que probar. Pero hasta la universidad no me animé".