El seleccionador de China, el español José Antonio Camacho, aseguró haber "sobrestimado la capacidad de los jugadores chinos" tras la derrota (0-1) sufrida ante Irak y que dejó al combinado chino con un pie fuera del Mundial.

Camacho, según informó el diario oficial 'China Daily', reconoció haber encontrado una "brecha notable" entre el fútbol chino y sus expectativas, y asumió su responsabilidad tras la derrota ante Irak en Shenzhen, ciudad del sur de China, el pasado día 11.

Además de los aspectos tácticos, principal punto de trabajo del murciano desde que se hiciera cargo de la selección el pasado 13 de agosto, Camacho se encontró con un estado físico muy por debajo de lo esperado, algo que ha mermado el rendimiento del grupo.

Según declaró el seleccionador, el amistoso que China disputó ante Emiratos Árabes Unidos tres días antes de enfrentarse a Irak "supuso un gran desgaste para los jugadores" algo que, por ejemplo, para los españoles "no supone ningún problema".

Además, la comunicación con los jugadores ha sido otro de los principales problemas para Camacho, quien ha emitido varios informes criticando este punto, el cual, según aseguraron fuentes de la Asociación de Fútbol de China (AFC), "ya está solventado".

A pesar de que China tiene muy complicada la clasificación para la siguiente ronda de clasificación para Brasil 2014 tras sumar tres puntos en tres partidos, desde la AFC declararon que el tiempo transcurrido "es corto" y se mostraron confiados que en el futuro "se obtendrán mejores resultados".

China visitará a Singapur el próximo 11 de noviembre, nueve días después de concluir la Superliga, partido en el que debe sumar tres puntos que le permitan seguir aspirando a pasar a la última ronda de clasificación para el próximo Mundial.

A pesar de la tranquilidad que han querido transmitir desde la AFC, la mayoría de la hinchada china ha acogido los últimos resultados con decepción y, según una encuesta del portal Sina.com, un 92,4 por ciento de los más de 65.000 aficionados encuestados consideran "imposible" ver a China en la siguiente cita mundialista.