Los escándalos acabaron con el presidente

Ramón Calderón, en un instante de la rueda de prensa. (EFE)
Ramón Calderón, en un instante de la rueda de prensa. (EFE)
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Ramón Calderón, en un instante de la rueda de prensa. (EFE)

Dos años y medio, cinco títulos (dos Ligas y una Supercopa de España en fútbol, y una Liga y una ULEB en baloncesto) y numerosos escándalos han constituido el mandato de Ramón Calderón al frente del Real Madrid hasta que ha terminado por dimitir del cargo tras demostrarse irregularidades en la Asamblea de Compromisarios del pasado mes de diciembre y haber perdido el respaldo de parte de su Junta Directiva.

Todo comenzó el mes de julio de 2006, en los comicios a la presidencia del Real Madrid, tras la sonada espantada de Florentino Pérez en febrero y la pasada fugaz por el palco de Fernando Martín y Luis Gómez-Montejano. Aunque no sin polémica, hay que recordar que esas elecciones fueron impugnadas por Villar Mir por irregularidades en el voto por correo (se dejaron 8.000 sin recontar), un voto que quedaría invalidado definitivamente un año más tarde tras la denuncia del propio Ramón Calderón.

Así, el máximo mandatario quedó legitimado en el cargo únicamente por los votos presenciales (10.511 votos), algo que no conformó a gran parte de los socios del club ni al propio Villar Mir, que solicitaban insistentemente nuevos comicios.

Manipulación del voto por correo

La sorpresa saltaría cuando, en el mes de junio de 2007, un programa de cámara oculta emitido por Telecinco demostrara las prácticas irregulares en la captación del voto por correo por parte de un asesor del propio Calderón, Mariano Rodríguez de Barrutell (Nanín), que fue víctima de un reportaje en el que se confesaban parte de las fechorías realizadas desde la directiva blanca (había miedo a perder las elecciones por el voto por correo), así como dar buena cuenta de que Nanín y Calderón se conocían.Tras el reportaje, sería la primera vez que el mandatario blanco negara a este secundario de lujo, asegurando que

le habían pagado por mentir, mientras el propio
Nanín seguía trabajando en el club. También se reconocía en él que,
Alfonso Carrascosa, uno de los vicepresidentes del club, era el responsable de la trama.

Establecido y seguro en el cargo, Calderón tendría que devolver favores a aquellos que le ayudaron en su 'dura carrera' por llegar a la 'Casa Blanca', tal y como denunciaría en numerosas ocasiones José Antonio Abellán, en el programa de la cadena COPE, El Tirachinas.

El propio Calderón, según esta emisora, otorgó favores, entradas gratis, abonos, facilitó a su entorno la posibilidad de acortar plazos para asociarse al club (provocó la dimisión de Alfonso Carrascosa que dio de alta a 6.000 socios), utilizó el palco como lanzadera para formalizar negocios con el gobierno de Rumanía relacionados con la cría de cerdos (según Libertad Digital), inauguró una escuela de fútbol en México en ruinas, y consiguío a buen precio pisos de protección oficial para familiares allegados.

Insultos a los jugadores

Otro de los errores más destacados fue la salida de tono del responsable de la institución en una universidad madrileña, Universidad Villanueva (Madrid), a comienzos de 2007, en la que insultó públicamente a algunos jugadores del primer equipo de fútbol (Beckham, Guti y Casillas), mientras uno de los oyentes grababa la salida de tono. La COPE volvió a hacer pública la información.

Todo se solucionó en una comida con los jugadores a los que pidió perdón personalmente y una nota pública en la que se aseguraba que la charla "era exclusiva para los alumnos".

Fichajes imposibles o tardíos

A todo ello, hay que sumar las promesas electorales incumplidas (Kaká, Robben y Cesc) en su primer año, así como la insistencia en la contratación de Cristiano Ronaldo, jugador que aún sigue en el Manchester United.

Robben llegaría 12 meses después, en la segunda temporada del mandato de Calderón.

La Asamblea le sepultó

A pesar de semejante historia, su capacidad para manejar la opinión pública le ha mantenido en el poder. Así, reforzado y seguro de sí mismo, como siempre, Ramón Calderón llegaría a la Asamblea de Compromisarios del 7 de diciembre.

No aventuraba problemas para sacar adelante las cuentas del club, ya que junto a su fiel escudero Nanín y el ya ex Director General del Área Social, Luis Bárcena, el palentino tenía bien atada la reunión, después de infiltrar personas de confianza, socios no compromisarios, e incluso un socio del Atlético de Madrid. Estos se hicieron pasar por Compromisarios con derecho a voto para mantener el barco a flote, tal y como destapó el diario Marca a lo largo de esta semana.

La rotundidad de la rueda de prensa convocada este miércoles para negar su implicación directa en la trama y la de la Junta Directiva, así como negar por segunda vez a Nanín, ese que tenía un despacho junto al del presidente y al que agradeció públicamente su "importante trabajo" en la carrera electoral dos años y medio antes, hacía prever una nueva escapatoria del presidente.

Con lo que no contaba Ramón Calderón era con la desaparición del apoyo de algunos de sus directivos horas después de la misma, obligándole a abandonar el cargo pese a las palabras entonadas el pasado miércoles: "No voy a dimitir, porque eso es de cobardes o de los que tienen algo que ocultar".

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