Aprovechar un viaje de trabajo para realizar negocios personales no tendría demasiado delito si no fueses el presidente del Real Madrid, tu puesto no estuviese basado en la confianza y no hubieses basado gran parte de tu campaña electoral en criticar la utilización del cargo para beneficio personal y en haber prometido que "nunca haría ningún negocio como directivo".

"Fabrica de cerdos galácticos" es el título del reportaje de la revista oficial del Ministerio de Agricultura rumano, donde recoge la "doble misión" del presidente madridista durante su viaje a Bucarest, donde su equipo se enfrentaba al Steaua en partido de la liguilla dela Champions, el pasado 17 de octubre.

Según esta publicación, Calderón se reunió con el ministro de agricultura, Gheorghe Flutur, "en representación de de un grupo de inversores con la intención de crear un sistema de granjas de cerdos con una inversión total de 100 millones de euros".

El dirigente blanco acudió a la reunión en calidad de "abogado representante del Grupo Rupork", sociedad en la que aparecen como administradores la esposa y el cuñado de Calderón.

Al presidente merengue no le ha sentado demasiado bien la publicación de este asunto, y desde el grupo empresarial al que representó se ha asegurado que "la aproximación al ministro fue inocente, ya que para invertir en Ruamnía te reciben con los brazos abiertos y no hace falta que seas el presidente del Real Madrid".