Ramon María Calderé, ex futbolista del Barcelona y ahora entrenador del Reus Deportiu, dio su versión de los hechos del domingo tras el partido contra el Sangonera en Murcia, en el que el club catalán fue eliminado del play-off para el ascenso a Segunda casi en el último minuto del encuentro.

Después, en una pelea el entrenador fue condenado a pagar 2.440 euros de multa por agredir a un agente de la Guardia Civil. Según Calderé, se dirigió a los árbitros para pedirles explicaciones de porqué no habían alargado el tiempo reglamentario, así como tampoco habían expulsado un jugador local y sí a uno del Reus.

Entonces, un miembro de la Guardia Civil que estaba en el campo le insultó reiteradamente, según explicó Calderé, y entre las frases que le dijo le llamó "catalán de mierda", "cosa que no pude tolerar", manifestó el entrenador del Reus.

Otros asistentes al partido explicaron que otras frases que se oyeron fueron "que nos robáis el agua" y "culé de mierda".

"En ningún momento se produjo una agresión"

A partir de esto, "se produjo un forcejeo y en ningún momento una agresión como me imputaron", según quiso dejar claro Calderé. Entonces, el otro agente de la benemérita que estaba en el campo procedió a la detención del entrenador visitante.

Calderé cree que este incidente, que lamenta "profundamente" y por el cual ha pedido disculpas públicas al club, a su directiva y a la afición, se debió a un tema de "ego y orgullo por parte de un miembro de la Guardia Civil".

El entrenador rojinegro agregó que declaró durante siete horas atendido por un abogado de oficio. Se le llegó a pasar por la cabeza denunciar al agente que le insultó pero optó por no hacerlo "para no alargar más el caso".